Jorge Villalpando se convirtió en el héroe del Atlante, a detener el penalti con el que los Potros vencieron en muerte súbita al Puebla, para convertirse en finalistas de la Copa MX, luego de haber empatado a un gol en tiempo regular, en un desenlace no apto para cardiacos, el cual se definió en 14 disparos desde el manchón del área, cinco a favor de los locales y sólo cuatro para los visitantes.

Cuando parecía que todo estaba a favor de La Franja, el arquero dio vida a su equipo al detener el disparo definitivo de Isaac Romo, para obligar a la muerte súbita, en la que hizo lo propio ante Jaime Durán, para dar el pase a su equipo, que si bien en la Liga no ha dado una, en la Copa se ha convertido en el Potro Negro de la competencia.