En medio de un torneo para el olvido, las Chivas encontraron un poco de alegría tras derrotar a unos moribundos Pumas en el Estadio Omnilife.

La hegemonía de más de tres décadas que Chivas ha impuesto sobre Pumas jugando en territorio jalisciense, seguirá vigente.
Desde los años ochenta, los felinos no han podido derrotar a Chivas tanto en el Estadio Jalisco como en el Omnilife, y con la segunda victoria del Rebaño en este torneo, esa paternidad se alargará un año más.
Chivas volvió a la senda del triunfo después de tres meses. Desde el 4 de agosto, el Rebaño no conseguía una victoria, cuando superó al Atlante por la mínima diferencia; tuvieron que pasar once encuentros para que el equipo rojiblanco regresara a la victoria.
Juan Carlos Ortega pudo levantar al fin los brazos, y para ello tuvo que sacudir de forma importante la alineación.
Jugadores como Luis Michel, Miguel Sabah y Néstor Vidrio fueron exhibidos por parte del Cuerpo Técnico, al ser enviados a la banca desde el inicio y otros siendo sustituidos. Ante el resultado, pocos cuestionamientos se podrán hacer.
El Rebaño se puso en ventaja pronto en el encuentro. Desde los 12′, Rafael Márquez Lugo puso adelante al Guadalajara después de un error defensivo, donde Darío Verón no pudo cortar el centro desde la derecha, la pelota se le pasó al guaraní y el capitalino la empujó al fondo de las redes después del rebote en el campo.
El gol tempranero originó que Pumas mostrara empuje al ataque, que tomara la iniciativa y que buscara el arco contrario, lo cual generó algunas ocasiones.
Javier Cortés y Luis García fueron los encargados de buscar herir en el arco de José Antonio Rodríguez, quien tuvo una destacada actuación en la primera parte.
En los minutos finales, Chivas tuvo un par de ocasiones más en el arco universitario. En el minuto 41′, el guardameta felino Alejandro Palacios salvó a Pumas del segundo gol en contra luego de una proyección para Aldo de Nigris, el regiomontano pateó cruzado y el guardameta se estiró para evitar.
En la última jugada de la primera parte, el defensa José Antonio García evitó que Ángel Zaldivar pateara justo cuando iba a patear el balón que Rafael Márquez Lugo le proyectó.
Para la segunda mitad, Chivas y Pumas modificaron en dos cambios que llamaron la atención: a pesar de la ventaja, Héctor Reynoso abandonó la cancha, dejando su sitio para Néstor Vidrio en la zaga, mientras que por Pumas ingresó Martín Bravo en sustitución del joven Orrantia, con la firme convicción de salir por el resultado.
En la parte complementaria, Pumas insistió y al minuto 61′ casi lo consigue con un disparo de media distancia con la pierna zurda por parte de Luis García, que se estrelló en el larguero.
Instantes después, al 64′, Rafael Márquez Lugo estrelló la pelota en el travesaño en el cobro de una falta por el corredor izquierdo. El guardameta estaba adelantado pero corrió con la suerte de que no hubo suficiente puntería por parte de Márquez Lugo.
Pumas no se resignó, e intentó a toda costa el empate. Todavía en la última jugada del encuentro pudo emparejar el resultado, en el cobro de un tiro de esquina, pero la oportuna intervención de la zaga para evitar que Ariel Nahuelpán emparejara las acciones.
No hay mal que dure cien años, ni enfermo que los aguante. Chivas regresó a la senda de la victoria y difícilmente terminará el torneo en el fondo de la tabla. A pesar de que el Rebaño regresó al triunfo, el equipo sigue en deuda con la afición, pero al menos se despidieron de su gente con una victoria.