Las Chivas se metieron a un territorio casi prohibido y salieron con vida en el último suspiro. El rebaño resucitó en una auténtica caldera de la que pocos o casi nadie sale vivo. Ahí radica un León hambriento de triunfo y éxito. Encomienda complicada con tintes de imposible, pero no para este Guadalajara que rescató un triunfo, gracias a un portento de gol de Rafa Márquez Lugo ya en el agregado.

Las Chivas resucitaron en los instantes finales, cuando parecían ser presas de un León casi indomable. Aprovecharon su momento y remontaron un marcador adverso para dar un golpe de autoridad y pensar de nueva cuenta en subir posiciones en la clasificación.

El León prometió a comerse a las Chivas y falló en su intento. Le costó más de lo que pensó. Sobretodo luego de que el Rebaño perdiera desde los 14 minutos a Fabián por lesión, ya que en el primer minuto de juego cayó mal y se lastimo el hombro izquierdo; instantes después a Báez por expulsión.

El primer aviso de que Chivas no lo pasaría bien ya estaba hecho. El Rebaño parecía sentenciado. Faltaba que en la cancha se demostrara y en el marcador se reflejara. Los dos equipos asumieron su respectivo rol: el León el del equipo dominador y el Guadalajara el de la víctima.

Los ‘Panzas Verdes’ simplemente hicieron lo que saben sobre la cancha, todo salió conforme a lo entrenado, menos la última fase y muchas veces la más importante, que es la de la definición.

Arribaron al área de Chivas Burbano, Britos, Peña, Maz y hasta Luis Montes. Aparecía Michel, el travesaño o alguna parte del cuerpo de un defensa de Chivas. Todo menos las redes.

El León insistió hasta donde pudo. Siempre con la misma filosofía y motivación, mientras las Chivas también se defendían con todas sus armas. No creaban ni se acercaban a su rival, pero sí rechazaban y despejaban todo lo que podían.

Tanto ímpetu tuvo recompensa para el León, aunque ésta llegó desde los 11 pasos, con Vázquez que no falló ante Michel y el feudo esmeralda estalló, aunque faltaba la parte principal de la batalla.

Magallón fue expulsado, la polémica llegó de inmediato, las Chivas tomaron aire y comenzó a elaborar su proeza. Primero, Enríquez ganó en el aire y remató para igualar los cartones. Sorpresa e incredulidad en León.

El Rebaño no cesó y buscó tímidamente. Se encontró un tesoro. Márquez Lugo lo convirtió en realidad tras un tiro libre y la batalla se sentenció, ya con un León tirado en la lona y sin capacidad de respuesta. Milagro rojiblanco.