La anhelada victoria para tratar de sanar las heridas por la eliminación de la Copa MX a media semana no llegó para el América, que esta noche ante las Chivas, se tuvo que conformar con rescatar un punto en la cancha del Estadio Azteca, dejando escapar la oportunidad de amanecer como líder del Apertura 2018.

Los locales sufrieron en la parte complementaria, en parte, por no haber definido las dos jugadas claras de gol que tuvieron los primeros 45 minutos.

Primero, un tiro de Mateus Uribe dentro del área que rebotó en un defensa, y minutos antes del descanso, un remate de cabeza de Oribe Peralta, que Raúl Gudiño tras un buen lance alcanzó a mandar a tiro de esquina.

Desde el primer minuto de la segunda mitad, los tapatíos mostraron otra cara, y con un juego dinámico, de velocidad y de toques rápidos, comenzaron a dominar el partido, hasta que al minuto 58 lograron proyectar ese dominio en el marcador.

Josecarlos van Rankin inició una jugada por la banda derecha. Con un autopase se quitó a Cecilio Domínguez, con un recorte esquivó a Jorge Sánchez, y ya sobre la línea de meta, tocó hacía Alan Pulido, quien controló y con la punta del zapato derecho, mandó la pelota al fondo para hacer explotar el Estadio Azteca.

Hasta ese momento el América despertó. Con la ayuda de las Chivas, que renunciaron al ataque, el conjunto azulcrema ejerció presión sobre el área de Raúl Gudiño, que al minuto 62 otra vez salvó su portería con una gran atajada a disparo de larga distancia de Oribe Peralta.

Al minuto 66 el Piojo sacó a Cecilio y le dio oportunidad a Andrés Ibargüen, un jugador que había desaparecido en los últimos duelos, pero que esta noche, apareció en el momento justo para emparejar los cartones.

América puso todo su resto en la mesa y se lanzó al frente en busca de la victoria. El Rebaño mantuvo su fórmula defensiva, esta vez intentando amarrar el empate.

Los últimos minutos le habían salido a la perfección a la visita, hasta que, en una jugada a balón parado, Gudiño le cometió una falta a Henry Martin, quien tenía pocos minutos en la cancha. El árbitro central no dudó en marcar y Mateus Uribe fue el encargado de cobrar la pena máxima, con la que la afición azulcrema sintió los tres puntos en las manos.

Con todas las miradas sobre Mateus y Gudiño, el colombiano sacó un disparo a media altura al costado derecho del arquero mexicano, quien adivinó la intención, ahogando el grito de gol en el Estadio Azteca. Grito que se convirtió en porras para el guardameta, que esta noche salvó a las Chivas en al menos tres ocasiones de caer.