La pelota quedó a un lado, y Javier Aguirre, junto con la plantilla del Espanyol, mostró su lado humano, y compartió un tiempo con niños en estado delicado, regalándoles juguetes que les provocaran una sonrisa en estas épocas del año.

La práctica del día fue más humana que futbolística, y los jugadores Periquitos acompañados del Vasco se encargaron de llevar presentes, ante la emoción de los niños del Instituto Catalán de la Salud.

El presidente del Espanyol, Joan Collet también estuvo presente en el acto, y señaló que le gustaría no hacer este tipo de cosas.

“Ojalá no tuviéramos que hacer esto. Eso significaría que no hay niños enfermos en estas fechas. Sin embargo, siempre es gratificante darles un poco de alegría, con los jugadores y el cuerpo técnico. Hay que fomentar la disposición para estas cosas”, subrayó.