Con un Lionel Messi imperial, Argentina venció a Paraguay por 3-1 y es el nuevo líder en Sudamérica (13 puntos) de la fase de clasificación para el Mundial de Brasil 2014. En el estadio Mario Alberto Kempes, la Albiceleste mostró la contundencia que tenía el recordado goleador albiceleste. A los 3 minutos tomó ventaja con un golazo de Ángel Di María, quien rubricó una jugada diseñada por Ezequiel ‘Pocho’ Lavezzi sobre el extremo derecho. El delantero del Real Madrid clavó un excepcional zurdazo al ángulo para poner el 1-0.

A los 6 minutos el estadio comenzó a entonar el clásico grito “¡olé!” al observar cómo Argentina monopolizaba el dominio de la pelota, sin que Paraguay abandonara su postura de alerta. El equipo de Gerardo Pelusso se manejaba con excesiva dureza en defensa y no inquietaba. Apenas un cabezazo del central Antolín Alcaraz, apenas desviado, a la salida de un corner a los 12 minutos. Nada. Pero a los 17 minutos, un penal ridículo del volante Braña en el medio del área defensiva argentina, rechazando un balón con la mano al no llegar con la cabeza, le posibilitó a Paraguay volver a meterse en el partido. El argentino nacionalizado paraguayo Jonathan Fabbro, exjugador de Boca Juniors, ajustó un remate violento contra el palo derecho de Romero, quien a pesar de adivinar la trayectoria de la pelota no pudo hacer nada.

A los 30 minutos Higuaín firmó el 2-1 y el marcador empezó a registrar la imagen real del partido. El goleador del Real Madrid consiguió su quinto gol en la eliminatoria aprovechando un rechazo defectuoso de Ortíz en forma de asistencia y facturó con un remate cruzado. Justo Villar, arquero paraguayo, no pudo hacer nada para evitarlo.

La constancia de Argentina tuvo premio. Messi, para terminar de darle forma a su show particular, encontró el gol en la siguiente oportunidad que tuvo a balón parado. Tiro libre directo, esta vez desde la derecha. El anterior al travesaño lo había ejecutado cerca del vértice izquierdo del área grande. Apenas un paso y ¡zas! golazo. Su zurda prodigiosa envió la pelota al palo izquierdo de Villar, pero esta vez el rebote fue hacia el interior del arco.

En la cancha, Argentina ganó, gustó y no goleó de milagro. Fuera del terreno de juego ya no hay dudas.