Ni siquiera el brasileño Philippe Coutinho, quien regresó a la titularidad tras superar su lesión, pudo despertar a un Liverpool que dejó ir dos puntos de oro en Anfield, al empatar 1-1 frente a un defensivo Burnley y cerró una más que decepcionante semana.

Los hombres de Jürgen Klopp, goleados por el Manchester City en la pasada jornada de Premier League y que empataron contra el Sevilla en su debut en Champions League, no pudieron romper el muro de los Clarets.

Sin el sancionado Sadio Mané, que cumple el primero de sus tres partidos de suspensión, Coutinho regresó a la titularidad como interior izquierdo, acompañando a Firmino y Mohamed Salah.

Scott Arfield se encargó de abrir el marcador al minuto 27, pero los de casa se rehicieron rápidamente, gracias al propio Salah, quien lo empató tres minutos más tarde.

Sin embargo, pese a los acercamientos locales, incluido un disparo al travesaño del joven Dominic Solanke, el Liverpool no consiguió poner en excesivos aprietos al guardameta Pope durante el duelo.

En la recta final, el Burnley pudo haberse llevado los tres puntos de Anfield de no ser por el defensa Matip, quien evitó sobre la línea de meta un gol cantado tras un cabezazo de Mee.

Este decepcionante empate, el segundo en cinco jornadas, deja al Liverpool en octava posición de la tabla, con 8 puntos, a cinco del líder Manchester City, que en esta jornada se dio un festín en Watford.