Hace dos años, todo iba muy bien para los Jefes de Kansas City. Eran un equipo joven, brillante y con un futuro prometedor, todo el mando de un entrenador joven y brillante, Todd Haley. El equipo logró ganar División Oeste de la AFC con una marca de 10-6.

Y si bien cayeron apaleados en la primera ronda de Postemporada ante Baltimore no había otro objetivo en 2011 más que seguir mejorando.

Lamentablemente para la franquicia y sus seguidores todo se echó a perder el año pasado.
En sus dos primeros partidos, los Jefes fueron apaleador 41-7 y 48-3 por Buffalo y Detroit respectivamente.

Baja por lesión de jugadores como Eric Berry, Jamaal Charles, Matt Cassel, Jon Baldwin entre los que más destacan produjeron que el equipo cayera en la penumbra.

Un leve resurgimiento en octubre de cuatro triunfos, pero un mes de noviembre sin obtener ninguna victoria terminaron por hacer que Haley fuera despedido.

Puesto que tomó de manera interina y después por tiempo completo Romeo Crennel.

En cuanto a jugadores la oficina general no realizó demasiados cambios, los Jefes siguen siendo un equipo joven, de hecho son el único conjunto en toda la NFL sin un solo jugador mayor a los 30 años.

En el papel, la parte ofensiva se mantiene igual que el 2011. Por su parte el sector defensivo sin hacer mucho ruido sigue madurando a tal grado de estar entre las unidades más fuertes y competitivas de la liga, como prueba de ello, mantuvieron a sus rivales en 16 puntos o menos en cinco de sus últimos seis encuentros del año pasado.

El éxito del equipo dependerá en gran medida de lo que pueda realizar su ataque, si Jamaal Charles logra mantenerse sano puede ayudar al repunte de la organización.

La División Oeste que es en la que se encuentran no es de las más peleadas por lo que un buen comienzo les puede ayudar a despegarse del San Diego, Oakland y Denver.