En los últimos 20 años, las gimnastas estadounidenses han cosechado grandes logros a nivel internacional; entre los que destaca, el primer lugar por equipos en Río 2016.

Aunque, detrás de este éxito se oculta una cruda realidad: 368 atletas, entre ellas menores de edad, sufrieron de abuso sexual.

Según una investigación del Indianapolis Star, un centenar de entrenadores y propietarios de gimnasios han sido acusados de abuso sexual; la mayoría de las víctimas han sido mujeres.

Por si fuera poco, la Federación de Gimnasia de los Estados Unidos (USAG, por sus siglas en inglés) ha protegido a los responsables, “en más de una docena de casos, las personas que han contactado con la federación se han decepcionado por su accionar o ni siquiera han recibido algún tipo de respuesta”, aseguró el rotativo.

Desde el pasado mes de agosto, el Indianapolis Star ha investigado los casos de pedofilia; ante esto la USAG sólo ha respondido lo siguiente: “Tenemos el deber de informar a la policía, cada vez que las circunstancias lo justifican”.