El trascendente y simbólico triunfo de la selección mexicana de fútbol sub 17 ha retumbado hasta en los rincones más escondidos de nuestro bello país; el México de la Nueva Generación con jugadores de mentalidad ganadora y no acomplejada, los estilos que la juventud actual imponen al enfrentar con desparpajo a rivales que han provocado temblorina en las piernas de jugadores que en antaño eran “figurones de relumbrón”; muchachos de la nueva ola cuyo grito ya no es “si se puede” sino “¡¡podemos!!”; los que al portar la camiseta verde de nuestra escuadra nacional no sienten más compromiso que el amor a la patria (aunque se trate de sólo deporte)  y en ello sientan que se les va la vida y los compromisos comerciales con firmas importantes pasen de lado para ellos, además las jugosas bolsas que cobran varios cínicos que “jugaron” la eliminatoria mundialista rumbo a Brasil y que hoy tiene pendiendo de un hilo el boleto, no se compara con lo que ganan los juveniles de la sub 17 en sus clubes –es más algunos no han ni siquiera debutado en Primera- una selección novel que una vez más alejada de los reflectores trabajando allá en las canchas del olvido de algún reportaje prenden el ánimo de la afición y  prensa mexicana ocupando los titulares, son principales notas de los programas de radio televisión, internet y prensa escrita.

Efectivamente apreciable lector, éstos son los relatos que diario quisiéramos escribir, reseñar, comentar con Ustedes, son los triunfos y alegrías de las cuales está ávida la población en general; en donde por un momento de gritos de gol, ver como se  derrota y apabulla a Irak, Italia, Brasil, Argentina, se olvidan los problemas sociales y económicos; los sinsabores de la crisis que padecemos son mitigados por éste fuerte y hondo respiro de positivismo.

Es aquí en donde nuestra niñez y juventud se dan cuenta que los sueños se pueden convertir en realidad a la vuelta de la esquina, sino pregúntenle al maderense Iván Fernando Ochoa Chávez, camisa número 11 del tri juvenil, gracias a su soberbia participación ha colaborado con sendos goles que tienen a México en la gran final del mundial de la especialidad en Emiratos Árabes. Un joven cuyos sueños en el balompié forjó desde los cinco años, dio sus primeras patadas en la academia de los Tigres con Alfredo Quintero, pero se consolida el ABC del soccer con la escuela Correcaminos que dirige Miguel Mendoza San Luís – el ahora “hacedor de estrellas del fútbol- oriundo de la colonia Ampliación de la Unidad Nacional Iván Ochoa jugó siempre como medio por derecha, y es en la Olimpiada Nacional jugada en ciudad Victoria cuando a los 13 años es visoreado por Ángel “Coca” González quien lo lleva a su actual equipo los “Tuzos” del Pachuca. (Todavía no debuta en el máximo circuito)

Participa a los 13 años en un Mundial de Clubes en Japón donde es reconocido como “Jugador Más Valioso”, después participa en la Copa Nike donde también hace brillar su talento; un joven del sur tamaulipeco que hace cinco años quizás sólo soñaba con estar en alguna cancha del balompié de nuestra Primera división, y que hoy es uno de los nuevos “Niños Héroes” al marcar goles valiosos que colocan a México en la Final de un Mundial en un país alejado a kilómetros de distancia de las canchas del centro universitario Tampico-Madero y ah bueno…como olvidar las calles de la colonia Lucio Blanco donde también disputaba y soñaba como su admirado Zinedine Zidane jugar tremendas batallas.