La construcción del Polideportivo “Américo Villarreal Guerra”, fue el último gran paso de los tamaulipecos hacia la consolidación de un deporte que para el 2009 había pasado de ser el lugar número 23 del medallero, hasta ocupar la novena posición nacional.

Inició con una inversión de 100 millones de pesos, subió a 120 y terminó rondando los 150 millones de pesos, inyectados en un proyecto tripartita entre Federación, Estado y Municipio, del cual saldrían beneficiados escúchelo bien LOS ATLETAS DE ALTO RENDIMIENTO DE NUESTRO ESTADO, de 19 deportes olímpicos diferentes y varios paralímpicos.

Durante su magna inauguración Paola Espinoza, Rommel Pacheco y parte del equipo mexicano de clavados deleitaron a todo el público presente en la extraordinaria fosa ubicada frente a la alberca olímpica, lugar en donde el gobernador Egidio Torre Cantú, su esposa María del Pilar González de Torre y su familia, quedaron maravillados y pidieron que esa instalación estuviera siempre en las mejores condiciones, con entrenadores de primer nivel y una administración híper mega ultra profesional y capacitada, para que nunca hiciera falta nada, ni papel de baño, ni mucho menos lo más importante ATLETAS DE ALTO RENDIMIENTO.

Esto ha cambiado y es más que penoso, la dirección del Polideportivo a cargo del matamorense  Santos Lozano Cedillo ha perdido completamente la brújula sobre cómo administrar este pedacito de 10 hectáreas, en el cual ahora “se llora” porque los atletas vayan, aunque ellos no quieren ir hasta el lugar.

A si como lo lee, en el “Poli”, ni las moscas se paran, a los atletas ya no les parece atractivo el Polideportivo y dígame usted si no tienen razón; Si cuando va algún atleta o entrenador le hacen caras por quejarse de las instalaciones, como paso con la entrenadora Cecilia Martínez de judo, nuestras campeonas nacionales de gimnasia rítmica, o peor aún, terminan corridos como al Director de la oficina de Medicina del Deporte, el Dr. Martin de Jesús Salinas Barrón, a quien en menos de lo que canta un gallo, Santos terminó por regresar a sus viejas oficinas en el patinadero por qué no lo quería en el Polideportivo y no solo a él.

Los manejos de Santos han terminado por afectar hasta su equipo de trabajo, quienes son vigilados por un sistema de circuito cerrado tipo ‘Big Brother’, que no los deja estar tranquilos ni un segundo e incluso amenazados de despido si dejan entrar alguna persona, cuando no es autorizada por el mismo matamorense.

Sumado esto a la gran cantidad de grillas hechas por los mismos entrenadores amigos de Lozano Cedillo que hacen imposible que entrenadores de mayor nivel que el de ellos utilicen estas instalaciones para los entrenamientos de alguna selección o atleta que no sea suyo, como le paso a Pedro Ramos Licon a quien las puertas del “Poli” se le cerraron, pero su buen trabajo le abrió otras más importantes, las del “Comité Olímpico Mexicano” para ser el entrenador nacional de basquetbol.

Santos Lozano está buscando acercarse al jefe de deportes del municipio, Alejandro Soto, tratando de que este le solucione su gran problema, ahora resulta que necesita ATLETAS DE ALTO RENDIMIENTO, pero ya no les parece atractivo este lugar para seguir entrenando, y quiere atraer a cualquier cantidad y tipo de público, convirtiendo al Polideportivo en un común Centro de Convivencias.

Definitivamente alguien ha cumplido su tiempo al mando de este lugar y en esta fecha de cambios, el Lic. Enrique De la Garza deja la duda, ¿será capaz de darle las gracias a su “amigo”? O ¿seguirá teniendo a gente incapaz al mando del Polideportivo?, después nos daremos cuenta, sino mejor que tiren el Polideportivo.