A unas horas de iniciar la Copa del mundo, las preguntas  que se convierten en dudas siguen girando alrededor del tricolor ¿realmente están listos? ¿Llegaron los que merecen el lugar? ¿Darán el famoso pasito al quinto juego? ¿Se hará el ridículo como en Argentina `78, cuando nos vendieron que era la mejor selección de todos los tiempos? Los dos últimos juegos amistosos evidenciaron carencias, tanto en la defensiva como en la ofensiva, solo que en la línea de abajo se reflejan los errores con goles en contra y es ahí donde Miguel Herrera debe estar sacando conclusiones, buscando armar el once inicial mundialista.

Hoy el conjunto azteca no genera confianza absoluta en la afición, menos en la prensa que cada día lanza cuestionamientos como si fuesen dardos envenenados al también llamado “equipo de todos”; ni el propio “piojo” y menos los que integran la comisión de selecciones nacionales muestran la confianza que en mundiales como el Estados Unidos ’94, Francia ’98 por citar ejemplos la afición estaba en pleno romance con el tricolor.

Sin duda que somos más los que deseamos que le vaya bien al equipo nacional, pero el duelo que marcará la pauta y el futuro mundialista será el de este viernes a las once de la mañana contra Camerún; de lograrse el triunfo estaría dando el brinco a la siguiente fase ya que el segundo cotejo es ante el anfitrión Brasil el martes al filo de las tres de la tarde, créame apreciable lector que aunque México ya ha vencido a los cariocas en otras ocasiones y en diferentes certámenes, inclusive derrotados en finales internacionales, la realidad como ha venido jugando el equipo verde simplemente no abriga esperanzas.

Deseo fervientemente equivocarme y observar que el conjunto nacional, los goles que no marcó y se dio el lujo de fallar en los amistosos, que el trago amargo de haber pasado de “lágrima” después de una desastrosa eliminatoria, del desfile de técnicos en el timón tricolor: el mayor fracaso lo propició el Chepo de la Torre, luego el paso sin pena ni gloria de Luis Fernando Tena –aunque conquistó el oro olímpico-  el desafortunado paso de Víctor Manuel Vucetich hasta que llegó cual bombero Miguel Herrera Aguirre; quedaran atrás y veremos una cara diferente en la verdadera disposición de los once afortunados que abrirán la llave mundialista.

Espero que los muchachos “europeos”  y los que juegan en la liga local, desquiten lo que han ganado a lo largo de sus carreras, pero sobretodo muestren vergüenza y compromiso con la playera, que no desdeñen con actitudes de divos o vedettes como se les ha visto en muchas ocasiones a los actuales y quienes la han portado.

Que las “figuritas” del tricolor no sean “jugadorazos de comerciales” en donde algunos rayando en lo ridículo simplemente no dan lo que deben en la cancha, ojala y si es Memo Ochoa (creo yo que si será) el titular se olvide de preocuparse por su cabello y se concentre, que Rafa Márquez no se haga expulsar como viene haciéndolo en cada evento internacional, donde tal parece que busca perjudicar en vez de apoyar al tri; que Oribe Peralta consiga meter la de gajos como lo hizo en el Santos, y se convirtió en figura de la selección, y que el “chicharito” Hernández se acuerde que un día fue puntal.

La lista es larga de analizar, pero creo apreciable lector que no podemos pedir… sino exigir a los jugadores de la selección mexicana que jueguen como profesionales, así como se les ve brillar en los comerciales, ahora si llego… LA HORA DE LA VERDAD.

POR HOY ES TODO, HASTA LA PROXIMA, MIENTRAS TANTO HAGA DEPORTE QUE NADA LE CUESTA