De veras que la palabra “clásico” no puede desgastarse tanto, no debe ser utilizada con tanta facilidad para llamar así cualquier partido de fútbol, debe estar prohibido que tanta ligereza se emplee para que un juego más sea considerado con tan enormes proporciones; y es que apreciable Lector hay de “Clásicos” a “clásicos”.

El juego de liguilla entre “Estudiantes” de Altamira y Correcaminos de Victoria no cumple ni diez años jugándose en Primera “A”, debe llamar la atención por el simple hecho de ser del mismo estado y toparse inmediatamente en el camino rumbo al título del torneo y asegurar el boleto para disputar el ascenso el próximo año.

Es cierto que tiene cierto grado de importancia por tratarse de eliminación directa. No hay un mañana en dos duelos debe definirse al que logre acceder a la siguiente instancia y discúlpenme pero esto no es un “clásico”, es de reconocer que durante tantos años de esfuerzo los “Estudiantes” de Altamira han buscado dar una satisfacción a la afición sin embargo tristemente siempre andan navegando en el mar de la mediocridad y el descenso, el cual por cierto ya han tenido que apechugar.

Por su lado el “Correcaminos” ha sido una decepción absoluta para sus aficionados, que siempre están con los plumíferos torneo tras torneo, pisan la post temporada, incluso se coronan, a la hora de la verdad, llegado el momento ¡¡zas!! Les tiemblan las piernas, sus delanteros no la meten ni en el arcoíris, los estrategas fallan y se quedan con el mejor de sus “planteamientos” en su mente ya que no tuvieron la capacidad de transmitirles y sus directivos salen ante los medios con el mismo rollo de cada año, que “es una lección”, “el próximo año será el bueno”, “ahora sí no fallaremos”, etc., ufff vaya que dedicaría páginas enteras para los argumentos o excusas de los directivos del cuadro azul naranja.

Por eso, aficionados de la capital tamaulipeca no se emocionen mucho, aunque gane su equipo, avance y se corone en el torneo, ¡¡¡hey!!! La historia es la misma de siempre ustedes la conocen, el Corre no asciende porque la velocidad del reconocido animalito baja enormemente a la hora buena.

“Clásico” señoras y señores es el América – Guadalajara, a pesar que los números sean totalmente disparejos, se encaren en diferentes situaciones en la tabla, simplemente es el juego que ninguno puede darse el lujo de perder, la semana de apuestas lo calientan el ambiente, ojala y en las gradas la policía capitalina sepa controlar los ímpetus de los porristas.

Hablando de apuestas, cabe recordar que Jorge Vergara no ha cumplido una del torneo pasado en que apostó en Fox Sports al “ruso” Brailovsky 10 computadoras las cuales el dueño de las “chivas” se ha hecho como el tío lolo; y con ello pues le resta seriedad a quien siempre busca apostar con los dueños de sus rivales.

Hoy en día un triunfo del América encumbraría a las “águilas” y olvidarían rápido el escalabro en Querétaro, reafirmando su pase a la liguilla y sosteniéndose como líder general; en cambio un triunfo del Guadalajara sería oxígeno puro en su lucha enconada por evitar el descenso, ganar el “clásico” significa a los tapatíos un verdadero vaso de agua fría en el desierto.

Éste Apreciable lector si es “CLÁSICO” y con letras mayúsculas, tiene historia de muchos años y trasciende en el firmamento internacional, el otro que llaman “clásico” así con minúsculas, apenas hace ruido en nuestro estado y la verdad dista mucho para que llegue a ser eso un “clásicos” hay…… DE CLÁSICOS A CLÁSICOS.

POR HOY ES TODO, MIENTRAS TANTO HAGA DEPORTE QUE NADA LE CUESTA.