Su nombre es Alejandro Díaz Liceaga, originario del Distrito Federal y que a sus 17 años presume ser un joven talento no sólo del América, sino también de la Selección Nacional.

Desde su infancia Alex, como lo llaman sus amigos, tuvo claro que el futbol sería su vida, y no se equivocó, pues a su corta edad ha tenido la fortuna de destacar en el balompié nacional e internacional, convirtiéndose en un auténtico talismán.

El América fue el club que lo vio nacer cuando apenas era un niño, época que recuerda con sentimiento, pues fue en Satélite y posteriormente en Coapa donde se forjó su destino.

“Me di cuenta que tenía condiciones y me fui a probar a las fuerzas básicas del América, duré dos meses y después me registraron, tenía 15 años”, cuenta al tiempo de recordar que a la par de su carrera como futbolista, también le gustaría emular a su progenitor y estudiar aviación.

Además del apoyo de su familia, para Alejandro hubo un personaje que lo motivó a impulsar su carrera deportiva.

Diego Reyes también jugó en América Satélite y cuando yo me metí, él recién había debutado. Lo conozco, a veces platicamos; la primera vez que lo vi fue cuando me registraron en el América, le pedí una foto y me empezó a platicar lo que había vivido, a veces me da consejos”, relata.

Una vez instalado en la categoría Sub-15 de las Águilas y tras haber salido Campeón, el delantero mexicano recibió una noticia que le cambiaría la vida: su primer llamado a Selección.

“En el 2011 en el torneo de la Sub-15 salí Campeón y además campeón goleador, de ahí me llamaron a la Selección, me dieron ganas de llorar, pero me tuve que aguantar porque iba en la carretera, todos en mi familia estaban muy contentos”.

Portar el dorsal ‘9′ fue una responsabilidad que Díaz Liceaga aceptó con madurez y que supo aprovechar al máximo, pues ya no dejaría escapar las convocatorias posteriores y menos al saber que un técnico Campeón del Mundo como Raúl Gutiérrez sería su mentor.

“El Profe. (Raúl Gutiérrez) con su personalidad nos ha llevado a ser mejores, tenemos la oportunidad de quedar campeones también nosotros, ya lo hicimos en el Premundial de Panamá.

“El Profe. no habla de las selecciones pasadas y de lo que hizo, él siempre habla de hacer cosas nuevas, no retroceder y no pensar en eso porque si nos quedamos en el pasado no podremos salir adelante”.

Si hay un jugador con el que se identifica éste es Javier Hernández, aunque advierte, no quiere convertirse en el nuevo ‘Chicharito’, sino tomar su ejemplo para superarlo.

“Mi ídolo es el Chicharito, me identifico mucho con él y lo que él ha hecho en este tiempo ha sido de admirarse, me imagino una carrera parecida a la de él, aunque yo quiero escribir mi propia historia”.

Su semblanza es digna de contarse. Alex Díaz no sólo se considera afortunado por lo que ha vivido hasta ahora, sino un joven que ha sabido explotar sus virtudes y amortiguar sus debilidades, por lo que en octubre próximo buscará, junto a sus compañeros, darle a México un campeonato mundial más que los catapulte como la nueva generación dorada, y después, sueña, ya vendrá el debut en Primera División.