Un joven torero mexicano murió luego de recibir una cornada en la espalda mientras realizaba una actuación en Dzibikak, un pequeño pueblo ubicado en Yucatán.

Ramiro Alejandro Celis, conocido como ‘El Niño de Dzununcán’, falleció en el Hospital General Agustín O’ Horan a los 25 años de edad por las graves lesiones que tuvo en los pulmones provocadas por varias fracturas en sus costillas.

Al parecer, Celis no le dio la importancia necesaria a la herida que sufrió pese a la gravedad de ésta. Aunque el toreo fue intervenido quirúrgicamente, los doctores no lograron salvarlo.