Tigres volvió a respirar y lo hizo a costa de los Tiburones, a quienes venció 0-3 en su visita al Puerto y así cortó dos rachas: la de derrotas, misma por la que sufría el cuadro felino y la de Veracruz, que no conocía lo que era caer en casa.

Los escualos conocían su situación y comenzaron siendo mejores en su estadio; sin embargo, poco a poco fueron consumidos por el ataque regio y terminaron sucumbiendo ante el poderío del actual monarca de la Liga MX.

El primer tiempo se basó en la pelea por el balón y por mantener la posesión de éste, objetivo que el cuadro de Carlos Reinoso controlaba sin mayor contratiempo, situación que se complicó a la media hora de juego, después de que André-Pierre Gignac robara un balón, pero que terminó mandando por un lado del arco de Melitón Hernández.

Fue en el 42′, que el arquero del Veracruz salvó su portería, gracias a un manotazo para desviar un potente remate del exjugador de los Pumas, Ismael Sosa.

Para la segunda mitad, los Tigres comenzaron con la ofensiva y fue el mismo Sosa quien buscó adelantar a los felinos; sin embargo, erró de manera incríble un mano a mano, en el que ya tenía a Melitón completamente vencido.

Pero al 64′, los constante embates de los felinos rindieron frutos y tuvo que ser el delantero francés quien pusiera la diferencia en el marcador; Gignac remató de cabeza, solo en el área, para así poner el primero para los dirigidos por el Tuca.

Tan solo 11 minutos más tarde, Quiñoes también aprovechó un buen centro, hilvanado tras una buena jugada de los regios, que terminó con la segunda diana a favor de los de la UANL.

Para convertirlo en goleada, Jürgen Damm aprovechó un error de Álvarez y el joven jugador felino mandó su remate al fondo de las redes y así marcar el tercer tanto de su equipo.

Con este resultado, Tigres liberó un poco de la presión que sufría en el arranque del C2017 y llegó a siete unidades; mientras que los Tiburones se quedaron con nueve puntos y en la posición número ocho de la tabla general.