Una página de gloria del futbol mexicano se escribió hace exactamente un año. La tarde del 10 de julio del 2011, la Selección Mexicana Sub-17 conquistó el campeonato mundial de la categoría después de vencer a Uruguay en la Final ante un pletórico Estadio Azteca que se desencajó en júbilo.

El conjunto dirigido por Raúl Gutiérrez no decepcionó en su ‘tierra’, ganó los siete partidos que disputó en el torneo y a doce meses de distancia, varios de los protagonistas siguen vibrando con los recuerdos, comparten sus experiencias, pero al mismo tiempo ven para adelante y quieren seguir creciendo en sus carreras futbolística sin tener límite.

Hasta ahora, han sido ocho jugadores los que ya tuvieron la dicha de debutar en el Máximo Circuito: Julio Gómez, Marco Bueno, Carlos Fierro, Francisco Flores, Giovani Casillas, Arturo González, Carlos Guzmán y Antonio Briseño. El resto aguarda con ímpetu la oportunidad y mantienen la inercia del título mundial Sub-17 que les dio a todos el mote de ‘niños héroes’.

El caso del mediocampista Pablo Tostado no deja de ser especial, ya que en este último año sufrió la muerte de su padre, además de que fue expulsado de Chivas por aparentemente no querer ir a la escuela. En la actualidad, pertenece a Tigres y se esfuerza con la Sub-20 del club para cumplir también el sueño de tener sus primeros minutos en la máxima categoría en un futuro no muy lejano.

Esta generación secundó a la que ganó en Perú 2005 el Mundial de la misma categoría. Aquel equipo comandado por Carlos Vela y Giovani Dos Santos, el cual puso la primera piedra y los cimientos de un México que eleva el nombre a la categoría de Campeón del Mundo.