Los tambores resonaron hasta el último momento en el “Volcán”, pero de forma tímida, como nerviosa, emparejando el tono de los cantos de la porra local.

La razón: Tigres ganó apenas 1-0 al Morelia, en una ventaja que perfila la Ida de los Cuartos de Final, y que luce apretada para el viaje al Estadio Morelos.

La victoria felina se disfrutó con todo de forma parcial, con un “Volcán” que volvió a rugir con aire de finales, pero se fue tornando mesurada, al ver a unos Monarcas revivir sobre el cierre, amenazando con una igualada que nunca llegó.

La consigna de Lucas Lobos de enfilarse en casa se cumplió, pero a medias, al quedarse el equipo al filo de la navaja para los próximos 90 minutos, y sin mostrar más mucho más argumentos que su rival. La única diferencia fue el marcador, y al no ser tan amplio eleva la tensión por conocer al ganador de la llave.

Ahora un triunfo el domingo por cualquier marcador dará el pase a los michoacanos por su mejor posición en la tabla, mientras que el empate o una nueva victoria redondearán la misión universitaria.

La Liguilla volvió al “Volcán” con un tono solemne, en gran medida por el cierre del equipo, que perdió tres de sus últimos cuatro partidos del torneo.

El cuadro de Ferretti mostró progresos en muchos niveles, entre ellos el no recibir anotación después de cuatro partidos, y dar la noción de retomar los conceptos que le dieron el título.

Pero el nivel se dio sólo cuando Morelia brindó media hora de concesiones con extravío en el campo, situación que aprovechó Tigres para irse al frente, pero hasta ahí.

Morelia por su cuenta pareció dosificarse, feliz de evitar una tragedia en su visita, y aplaudiendo al final pese a la derrota.

El trámite del encuentro puso a los auriazules con poco peligro, probando insistentemente de media distancia para buscar sorprender.

Corría el minuto 23’ cuando Elías Hernández le bajó una pelota a Mancilla en el área, para que el chileno repitiera su costumbre de poner a vibrar a la tribuna nicolaíta en el 1-0 que llegó como del cielo para la causa del campeón. El balón llegó al área chica, y el andino, con una carga de Romero, alcanzó a rematar a gol, pero empujando la esférica con la mano, para teñir de polémica la acción.

El gol hizo retumbar las inmediaciones de la Ciudad Universitaria, pero no lo secundarían más oportunidades, dejando crecer al rival que agradeció la cortesía.

Para el complemento fue Monarcas el dueño de la pelota, y al 48’ Rafa Márquez Lugo falló al recibir con ventaja en el área, pero su intento de clarear a Palos terminó encima del travesaño.

Al 65’ Mancilla dejó el campo por un fuerte golpe en la cabeza, y en su lugar entró Edno Cunha, quien aumentó el desdoble pero representó una pérdida en la marca.

Morelia adelantó filas y paseó la pelota con aire venenoso en el área local, pero recurrentemente perdió los duelos cuando tenía para patear previamente.

Lo más cerca que estuvo Tigres del 2-0 fue al 85’, cuando Elías Hernández empalmó una volea en el área purépecha con dirección a las redes, pero Huiqui apareció para desviar a córner.

Ya sobre el tiempo Sabah desbordó por la derecha y centró con peligro entre un mar de piernas, pero nadie atinó a rematar cuando Tigres aparecía mal parado.

Con el reloj en 94’ Edno salió por la derecha y la gente imploraba un último intento de lograr el 2-0, pero no hubo claridad. El silbatazo de Jorge Isaac Rojas decretó el 1-0 que arroja a Tigres con ventaja y aires de regreso… pero con una aduana de pronóstico reservado.