De la zozobra a la tranquilidad. De la incapacidad de anotar a la goliza sobre Costa de Marfil. Una transformación tricolor que va de la mano con la oportuna vuelta de Oribe Peralta, más la incorporación de dos naturalizados y el renovado discurso del Chepo de la Torre, quien hoy sabe que México “debe estar en el Mundial y va a estar en el Mundial”.

Esa garantía del técnico coincidió anoche con la presentación de otra Selección Nacional, que para nada extrañó a los lesionados Chicharito Hernández y Andrés Guardado.

El renovado ataque fue letal y explotó en los botines del Cepillo, en conexión con el resurgimiento de Giovani dos Santos y la inspiración de Ángel Reyna. Efectivo tridente que se integró a la ingeniería del Chaco Giménez, el único naturalizado que inició frente a los marfileños, que se guardaron en el primer lapso a Didier Drogba, su mejor pieza, en el 4-1 que iluminó al Tri en el MetLife Stadium, donde el Gigante de Concacaf ilusionó, al despertar en el último ensayo previo al juego clave de la eliminatoria de la Concacaf, contra Honduras, en el Estadio Azteca.

Bastaron 45 minutos para vapulear a Costa de Marfil. Desde el primer minuto se pudo apreciar a otra Selección Mexicana. Hambrienta de gol, con otra actitud, lista para desfigurar a la zaga africana con triangulaciones y pases vertiginosos. Tanto así que Giovani dos Santos lanzó la primera advertencia: bombazo que lamió el poste izquierdo de Boubacar Barry.

Sin embargo, en el minuto 9, Ángel Reyna desbordó alegre por izquierda, su centro fue recepcionado por Oribe Peralta, quien se dio la vuelta y punteó en busca del Chaco, pero Arthur Boka barrió para evitar que se estrenara el talentoso naturalizado.

Lo malo para él, fue que catapultó el esférico a las redes. Autogol que rompió el cero.

Sin perder la inercia ofensiva, México amplió la ventaja al minuto 27. Giovani, convertido en un verdadero genio, se sacrificó al presionar a Jean Gosso, quien inexplicablemente comprometió el balón en busca de apoyo y eso lo aprovechó Peralta, luego de anticiparse y fusilar el marco rival.

Costa de Marfil pretendió “ablandar” a su oponente con patadas, mas no funcionó, porque al 45′, Ángel Reyna filtró para Giovani, quien sobre línea de fondo sacó un centro preciso, a primer poste, que definió Oribe con un sólido cabezazo que decretó el 3-0 en la pizarra del MetLife.

La jugada coronó un gran primer tiempo del Tri, enriquecido por ese ataque variado, que parecía llevaba tiempo de conocerse.

Incluso, al 54′, Reyna ejecutó una maniobra ejemplar por la banda derecha, tras un par de recortes sacó centro cerrado, pero al momento de empujar, Oribe se hallaba en fuera de lugar.

Después cayó el gol del honor africano. Bolly conectó, en tiro libre, Torrado giró y metió el codo. Penalti. Didier Drogba, recién ingresado, resolvió desde los 11 pasos (60′).

El otro naturalizado, Damián Álvarez, se mostró discreto en su relevo. Pero el empuje de Reyna redondeó la noche. Ángel bajó un centro de Reyes y fusiló. El Chepo ya sabe a quienes emplear contra Honduras, porque, prometió, que “México va a estar en el Mundial”.