Pumas voló hasta el cielo la semana anterior, y ayer en Tijuana cayó tan fuerte del que no pudieron levantarse en 90 minutos, y tuvo que aguantar el dolor de volver a su casa con la primera derrota del torneo (1-0).

En su casa Xolos fue más fiera y contra alguien tenían que sacar la rabia que les dejó la goleada (4-0) que les propinó el León la jornada pasada. Y qué mejor ‘víctima’ que los Pumas.

Aunque en varias ocasiones Alejandro Palacios logró mantener intacto su marco al combatir los ataques de los Xolos y los errores de sus compañeros, para el minuto 44 ya no pudo más.

Leandro Augusto disparó y la pelota le quedó a Gandolfi, quien a unos metros del ‘Pikolín’ portero le dio el pase a Pablo Aguilar, y éste solo, acompañado únicamente por las miradas de la zaga auriazul, empujó la pelota directo al fondo de la red.

La segunda mitad no sería diferente. Los Xoloitzcuitles le estaban dando a su gente la alegría de vencer al que en teoría es uno de los equipos más fuertes de la Liga, por lo que seguir encima para ampliar el marcador fue la mejor estrategia.

Mientras, Joaquín del Olmo intentó, movió sus piezas y lo único que le seguía funcionando era el arquero Alejandro Palacios, quien una y otra vez salvó su portería, y se encargó de que la herida no fuera más grande.

Al final, la escuadra de Antonio Mohamed le dio una lección a los del ‘Jaibo’, que para la siguiente jornada tendrá que meditar y comprender que aún falta mucho para que sean el equipo intimidante que parece, pues con un triunfo en casa no es suficiente.