Lo que para la afición celeste es el recuerdo más tormentoso, para los americanistas es un triunfo que supo a gloria. La Final del Clausura 2013 pasó a la historia por la épica remontada, donde Miguel Herrera ordenó a su equipo mostrar valentía.

“La verdad fue un partido muy emotivo, de esos que te dan gusto estar en la cancha, con un equipo con esa determinación, con esa entrega y decisión de ir a buscar un campeonato, sin duda ha sido un partido tan emotivo que van a guardar en su mente todo el tiempo de su vida”, relató.
En la Ida, Cruz Azul se había llevado un gol de ventaja, pero el Piojo en ningún momento perdió la esperanza de lograr la hazaña.

“Veía la actitud de los muchachos, cómo estaban corriendo, cómo estaban determinados en la cancha y tenía mucha esperanza en que íbamos a lograr el objetivo”. El gol del 2-1 global por parte de Aquivaldo fue más que oxígeno para Herrera, quien desde la banca tuvo la receta perfecta para concentrar a su equipo.

“Cuando cae el primer gol y veo que falta muy poco tiempo, le pregunto a Santiago (Baños) ¿cuánto tiempo falta? Y me dice que dos minutos, yo no podía transmitirle eso al equipo, así que empecé a gritar que faltaban cinco, vamos con todo, y afortunadamente el equipo siguió reaccionando”, expuso. De alguna manera, las indicaciones del exestratega de las Águilas funcionaban, por lo que trató de brindar seguridad.

“En el alargue estaba muy tranquilo, pensaba que el equipo ya iba a ganar, ya lo sentía con esa solidez porque los veía enteros, los veía fuertes y veía a la gente del Cruz Azul muy consternada”.