La medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 representa el momento sublime en la carrera de Oribe Peralta, quien con dos goles en la Final ante Brasil se convirtió en el héroe del Tri y de todo el país.

Hoy, ante el América, el delantero de Santos festeja una década de su debut en Primera División y la remembranza es inevitable.

El 22 de febrero de 2003, a sus 19 años, el Cepillo dio sus primeros pasos en el Máximo Circuito

con Monarcas en el Estadio Morelos, gracias a la oportunidad que le dio el técnico Rubén Omar Romano al entrar de cambio, curiosamente, frente a las Águilas.

Su camino para llegar al éxito no fue fácil, teniendo que sortear sacrificios, lesiones y probar suerte en varias escuadras. “Me lo proponen en Cesifut (Centro de Sinergia Futbolística)

y yo lo traigo a Morelia, lo veo y compruebo sus condiciones, y a partir de esto sabía que era un

jugador diferente, con temperamento y muchísimo valor.