En 28 años, México ha disputado seis partidos de Octavos de Final de Copa del Mundo. De ellos, sólo ganó uno, el primero, en casa.

Después de ese triunfo en el Estadio Azteca contra Bulgaria, enmarcado por el espectacular gol de tijera de Manuel Negrete, el quinto partido es una constante, como también lo ha sido la desilusión que lo acompaña.

Negrete

El Tri ha sido incapaz de librar la aduana inmediata tras la Fase de Grupos. No lo ha hecho contra potencias del futbol internacional y tampoco lo ha hecho las veces que ha sido favorito. México no ha tenido esa fórmula que lo haga ganar.

Hace 20 años, los de Miguel Mejía Barón eran favoritos contra Bulgaria, pero la Selección Nacional mordió el polvo en el Estadio de los Gigantes de Nueva York tras una infame serie de penaltis.

Campos

El destino tenía preparado otro doloroso desenlace en la costa azul francesa cuatro años más tarde contra Alemania, cuando México tuvo para matar a los teutones.

Alemania

La cadena de episodios de desilusión se extendió al Lejano Oriente, cuando Estados Unidos propinó al equipo de Javier Aguirre una derrota que, a 12 años de distancia, aún cala.

donovan

Argentina ha sido el verdugo del Tri en dos Mundiales seguidos. En 2006, el espectacular gol de Maxi Rodríguez fue un mazazo asesino.

Marquez

Hace cuatro años, en Sudáfrica, la Selección Mexicana fue echada luego de un error arbitral, una increíble falla de Ricardo Osorio y un golazo de Carlos Tévez.

Argentina

De Nueva Jersey a Johannesburgo, los Octavos de Final han traído mucha más amargura que éxito; este domingo, en Fortaleza, México quiere cambiar esa historia.