Cien meses después de haber jugado su último partido en el Estadio Azteca con los colores del América, Guillermo Ochoa volverá a pisar la cancha del Coloso de Santa Úrsula contra el Pachuca, equipo con el que perdió la Final del Clausura 2007, recordada por un error que cometió en el primero de los dos juegos y el cual terminó en uno de los tres goles con los que los Tuzos se coronaron.

Corría el minuto 53 del juego cuando Juan Carlos Cacho, delantero del cuadro hidalguense, se animó a disparar de fuera del área. El derechazo del jugador parecía fácil para Paco Memo, pues a pesar de la fuerza que llevaba, la dirección iba directo y sin obstáculos a las manos del arquero americanista.

Sin embargo en el viaje del esférico un pequeño movimiento descontroló a Ochoa, quien quedó desubicado y al intentar meter las manos para desviarla no alcanzó a hacer el contacto suficiente para cambiar su curso, dejando que entrara ante la sorpresa de Duilio Davino, el Gringo Castro, y Óscar Rojas, que solo fueron espectadores en la apertura del marcador.

Esa noche no fue la de Memo y sí la del atacante surgido de las Fuerzas Básicas de Cruz Azul, Juan Carlos Cacho, quien al minuto 78 amplió la ventaja para los Tuzos, misma que disminuyó Cuauhtémoc Blanco ocho minutos del final gracias a una pena máxima pitada por el árbitro central, Mauricio Morales.

En el duelo definitivo el Cuau volvió a marcar y puso el empate global en el marcador, pero al minuto 82 del partido en la cancha del Estadio Hidalgo, una vez más se volvió a aparecer Cacho, y dentro del área firmó el tercer tanto y definitivo que le dio su quinto título de Liga a la escuadra de la Bella Airosa.

Además de esa Final perdida ante Pachuca, Memo Ochoa tiene malos recuerdos del conjunto blanquiazul, pues de las 15 veces que los enfrentó del 2004 al 2011, solo pudo ganar en dos ocasiones, registrando seis derrotas y siete empates.