Y de pronto, pasaron seis años de aquel 12 de mayo que quedó grabado en la mente de todo aficionado de La Fiera. A la distancia, el extimonel verdiblanco Gustavo Matosas recordó el día más importante de su trayectoria como entrenador, uno que, aseguró, está marcado a fuego en su corazón.

-¿Cómo ha procesado lo que vivió con León hace seis años?-

“No es que lo que se haya conseguido haya aumentado, yo en ese momento fui consciente de lo que se había conseguido, con el tiempo tengo el mismo sentimiento que en aquel momento, agradecimiento eterno por todo lo que se vivió, porque los logros que tuvo mi León fue gracias a la suma de fuerzas desde todos los frentes: la ciudad, la directiva, los jugadores, la prensa, el cuerpo técnico”.

Matosas sigue al pendiente de León. -¿Qué es lo que más recuerda de ese León?-

“Muchas cosas, recuerdo mucho el partido que perdimos en la ida contra Correcaminos y el previo a la salida del hotel para el estadio en la vuelta, la charla fue de tres o cuatro minutos y la pregunta que le hice a los jugadores fue: ‘cuántos goles van a meter’. Se empezaron a mirar entre ellos y no se ponían de acuerdo, yo les di un minuto y salí de la sala, volví y fue una coincidencia, todos me dijeron cuatro.

Ya en el partido, después de que cayó el cuarto, veía que seguían corriendo buscando otra anotación y yo les gritaba: ‘ya está, dejen que pase el tiempo’ (risas). Esa era la mentalidad del equipo, buscar más, eso me gustaba mucho a mí”.

-¿Se esperaba tanto del equipo base?-

“Cuando fui al Draft, luego del ascenso, se me acercaba gente diciendo que para competir en Primera necesitaba otro tipo de jugadores, con más experiencia; yo no quería cambiar al plantel, confiaba en que tenía a los mejores jugadores de América. Estos jugadores nos habían traído a Primera y merecían la oportunidad de mostrarse, ellos confiaron en el proyecto y yo confié en ellos, eso fue algo que me dejó satisfecho, sabía que en ningún lugar íbamos a pasar vergüenzas.

-¿Son conscientes de que dejaron un legado en cuanto a estilo?-

“Hay que jugar bien, tener la pelota, ser agresivos, valientes, sobre todo cuando tienes lo más importante del futbol que son buenos jugadores. Con ese equipo yo no le tenía miedo a nadie, respeto sí pero nunca miedo, le podíamos ganar a cualquiera y en cualquier lugar. Eso es lo que no debe perder un entrenador, el valor de ir a jugar de tú a tú”.

Matosas ganando el Bicampeonato.

-¿Es una sensación diferente lograr el ascenso a ser campeón en Primera?-

“Es raro, el ascenso lo que tiene es un sabor incomparable por lo que se sufrió; para mí, el ascenso es especial aunque el bicampeonato fue ante dos equipos importantes, los dos se consiguieron de visita y eso es algo representativo. Yo me quedo con el ascenso porque me llegó al fondo del corazón, está marcado a fuego”.

-¿Qué opinión le merece que ninguno de los dos equipos que disputarán la final de ascenso, tenga derecho a jugar en Primera?-

“Cuando entras a una competencia y las reglas están claras desde el inicio, después no hay derecho al pataleo, no sé si las reglas fueron anteriores o posteriores, pero eso es lo que pienso”.

-¿Cómo ha visto a León en estos años?-

“Siempre estoy pendiente de León, lo tengo grabado a fuego en el corazón y eso siempre va a ser igual. Mis hijos siempre me dicen que son hinchas míos, que no importa el equipo, pero en una ocasión uno de ellos se me acercó con una cara extraña y me dijo que me quería decir algo pero no quería que me enojara, yo claro que le dije que no había problema y que me dijera lo que quisiera, y me respondió: ‘Papá, soy hincha de León’. Nos marcó a todos.

Del momento actual no quiero opinar, soy muy respetuoso del trabajo de los demás, lo que tenía que vivir con León lo viví, lo disfruté”.

-¿Ha vuelto a hablar con Jesús Martínez?-

“No, creo que la última vez fue cuando le gané un partido de golf pero fue la última vez. Tengo un gran recuerdo de él, fue un tipo que me apoyó en todo y que quiere al club de buena manera”

-¿Quisiera volver a dirigir a León?-

“Yo no dudaría que Vucetich es el técnico ideal por todo lo que ha ganado, es un profesional y quiere a León, la gente lo adora. Yo creo que lo que tenía que vivir allá ya lo viví, si algún día se da lo veré. Estoy acostumbrado a irme, a León no quise volver porque me iba a llenar de nostalgia y de buenos recuerdos, he tratado de no ir para que todo eso no vuelva, fueron momentos maravillosos que los quiero dejar así, intactos, guardados en la mejor etapa de mi vida. Si volviera al estadio, a la afición le daría el mismo discurso que dí el día del ascenso: “Cuiden a este equipo cabrones”.