Marc Crosas responde con categoría cuando charla con RÉCORD desde las Islas Canarias acerca de Cruz Azul y de la renuncia de Tomás Boy, quien, recuerda, no le brindó un “trato humano” cuando lo desechó de La Máquina.

Si es cierto que su relación con el Jefe terminó desgastada, debido a que no le permitía entrenar al parejo del equipo y a que nunca le dio la cara, Crosas le pertenece a los de La Noria; por ahora, está a préstamo en el Tenerife y su contrato celeste es hasta junio de 2017.

“Sí es cierto que me encantaría volver a México, pero no es algo que me obsesione o me quite el sueño”, aclara.

¿Se empareja una puerta que parecía cerrada con la salida de Tomás?

No, para nada. No sería sano para mí. Yo no soy de desear mal para regresar a un sitio. Cruz Azul es el dueño de mi carta, si el Yayo de la Torre entiende que yo puedo aportar cosas positivas y quiere que regrese lo haría encantado, pero para nada estoy a la expectativa de que me llamen o no por lo que ha sucedido con Tomás. Me fui un poquito con el mal sabor de boca por no poder demostrar por qué me ficharon.

¿Tomás Boy te dio la cara?

Explicación no tuve ninguna de él, pero no soy ni el primero ni el último al que le pasa. Después de una lesión esperaba otro tipo de trato humano de Tomás.

¿Con qué sensaciones de Boy te quedas en tu carrera?

Tengo una opinión creada de Tomás, que es mucho mejor persona de lo que se empeña en mostrar de puertas afuera; siempre lo vemos envuelto en polémicas por A o por B. Siempre rodeado de esa polémica que quizás en el trato directo nunca noté que fuera una persona problemática.

¿Cómo observas a la distancia a un Cruz Azul que cumplirá dos años y medio sin Liguilla?

Yo formé parte del plantel en dos torneos, me siento culpable directa o indirectamente. En estos cinco torneos la masa social de Cruz Azul no merece vivir esta situación.