Con la permanencia de Lobos BUAP en la Liga MX asegurada por los próximos dos años, en el conjunto licántropo se avecina una especie de “metamorfosis tricolor”, toda vez que quien se quedará al frente del patronato que maneja al equipo es un empresario del ramo inmobiliario, con profundos y sólidos nexos con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado de Puebla.

Mario Mendivil Blanco, quien pagó los 120 millones de pesos que pedía la Liga MX para dejar a Lobosen Primera, es un prominente constructor poblano, identificado desde hace varios años con el partido tricolor en esa entidad de la República Mexicana.

Y si Lobos se convertirá en un bastión del priísmo en Puebla, también lo hará para competir no solo deportivamente, sino también políticamente contra La Franja del Puebla, club con mucha más tradición en ese estado, pero con afiliación al Partido Acción Nacional (PAN), el cual actualmente está en el poder a través del gobernador José Antonio Gali Fayad, quien a su vez sustituyó al también blanquiazul, Rafael Moreno Valle.

Como muestra de la conexión entre la Franja y el PAN se encuentra uno de sus nuevos dueños, Rafael Torre Mendoza, quien es propietario de Grupo Providencia y que durante el sexenio de Moreno Valle fue el proveedor de 20 mil tabletas educativas que el exgobernador entregó durante su mandato.

Es así como una vez más en México, el futbol y la política se vuelven a mezclar de forma manifiesta, ahora con unos Lobos a los que no les quedó de otra más que ponerse en manos de quien los quisiera salvar, en este caso un empresario priísta, por lo que el conjunto de la BUAP tendrá que adecuarse a lo que venga en los próximos años, tal cual lo han hecho los Tiburones Rojos de Veracruz, club del cual es dueño el también priísta, Fidel Kuri Grajales.