HERMOSILLO.- Con la conquista del Pacífico como estandarte los Naranjeros partieron de Hermosillo. Ayer regresaron a casa con otro tesoro: El campeonato de la Serie del Caribe.

Después de derrotar el sábado por la noche a los Indios de Mayagüez, los Naranjeros realizaron un recorrido a bordo de una plataforma por el bulevar Héctor Espino que conduce al estadio Sonora, donde unos siete mil aficionados se reunieron para felicitar y celebrar con los jugadores ganadores de la reciente justa caribeña.

Poco antes de las 20:00 horas pisaron el terreno de juego la mayoría de los que integraron este representativo. Los gritos y aplausos no se hicieron esperar.

Después el maestro de ceremonia mencionó uno a uno a los jugadores que participaron en la celebración. De los más ovacionados fueron Sebastián Valle, Jason Urquidez y el refuerzo estadounidense Chris Roberson, quien fue premiado con el Jugador Más Valioso.

El manager del conjunto sonorense, Matías Carrillo, subrayó que el triunfo conseguido en Venezuela, es dedicado a la afición de los Naranjeros, el conjunto más ganador de la Liga del Pacífico.

Mientras que el pitcher Juan Salvador Delgadillo declaró que la recta fue el pitcheo con el que pudo mantener a raya a los boricuas.

“Mi recta cortada es lo mío, fue mi mejor pitcheo. Tengo un buen control sobre ese lanzamiento y con ella estuve atacando para después matar con el slider.

Gracias a Dios nos salieron las cosas bien. El campeonato es reflejo de que estamos haciendo las cosas bien. Aquí están los resultado, se está peleando, se compite y se gana, aquí están los resultados y esperemos conseguir más”, sostuvo el serpentinero ganador de la final.

Por su parte, el presidente de la Liga Mexicana del Pacífico, Omar Canizales, dijo a los jugadores “fueron a poner en alto el nombre de México, especialmente una felicitación a los jugadores de los Naranjeros de Hermosillo y a todos los refuerzos de los demás equipos”.

El avión que trasladó a los Naranjeros, se retrasó más de dos horas. Pero el ánimo no decayó en las gradas del Estadio Sonora.

Celebración histórica para un año histórico.