En duelo de felinos, el rugido del rey de la selva sonó más fuerte. Aprovechándose de su gran momento y de un cuadro mermando enfrente, León derrotó fácilmente a los Tigres 2-0.

Sin duda las emociones están adheridas al ADN de este León de Gustavo Matosas. Muchos aficionados no tuvieron tiempo de sentarse en sus lugares para gritar el primer gol del cotejo.

Apenas a los dos minutos, un buen desborde por izquierda de Sebastián Maz hizo ver mal a la improvisada defensa de Tigres, ya que el uruguayo se quitó fácilmente a René “Manitas” Zamora, para poder quedar libre, levantar la cabeza y ponerle un “dulce” a su compatriota Matías Britos, quien, de “palomita”, conectó el esférico para marcar el 1-0, y con ello el rugido de gol en el Nou Camp.

Ya con la ventaja obtenida desde temprano, León siguió intentando, pero en numerosas ocasiones fueron pillados en fuera de lugar los atacantes Esmeraldas. A la postre, Tigres se asentó mejor en la cancha, recuperó un poco más el balón, pero nunca fue certero en la última zona del terreno de juego.