Con un sinfín de ilusiones y con ganas de conquistar el futbol mexicano llegó desde Brasil Leandro Augusto (ahora naturalizado mexicano) al futbol mexicano; un joven carismático en busca de cumplir el sueño de todo jugador, ser campeón.

Arribó en el Torneo Invierno 2000 al balompié nacional para vestir la playera de los Panzas Verdes del León y un año después fue contratado por los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde terminó de consolidar su carrera.

Durante veinte temporadas estuvo portando con orgullo los colores de la institución universitaria (Inv. 2001 a Clausura 2011), con quien celebró cuatro títulos, además del Campeón de Campeones, mismos que ahora recuerda con cariño.