El 14 de febrero es una fecha para celebrar uno de los sentimientos más puros que existen en el ser humano: el amor. Y el mundo del deporte no está exento de ser alcanzado por las flechas de Cupido, capaces de unir vidas.

Pero ser figura pública no siempre es sencillo de manejar para las parejas involucradas, particularmente en el futbol.

Jorge Vergara y Angélica Fuentes forman la pareja más mencionada en épocas recientes dentro del balompié nacional. Son dueños del Guadalajara, uno de los equipos más populares del país, que hoy atraviesa por una aguda crisis que tiene a su Rebaño Sagrado en el último lugar de la clasificación del futbol mexicano.

Jorge y Angélica protagonizan una historia de amor, pero en últimas semanas, también de polémica.

Reconocidos por separado como empresarios exitosos, decidieron unir su destino en 2008, con dos bodas: la primera se realizó en  India, siguiendo las tradiciones locales, en un festejo que comenzó el 14 de mayo y se extendió por cinco días; la segunda, por la ley civil mexicana, se llevó a cabo el 2 de agosto, en Los Cabos.

La historia comenzó en septiembre de 2007, cuando Fuentes aceptó la invitación de Vergara para convertirse en CEO de Omnilife, precedida por la fama que adquirió durante 20 años (1985-2005) al frente de Grupo Imperial Corporativo, la principal distribuidora de gas en el norte del país.

Por los alcances que tuvo con lo que comenzó como una empresa familiar, la egresada de la Universidad de Texas fue conocida como La Reina del Gas. Meses después se casó con el empresario que logró lo impensable: comprar a Chivas en octubre de 2002.

A partir de la boda, en mayo de 2008, las Chivas recibieron la inyección económica que necesitaba para terminar el estadio. Durante su inauguración, el 30 de julio de 2010, una manta fue elocuente: “Gracias Angélica por hacer este sueño posible”.

La señora Fuentes ya mostraba sonriente su embarazo. Cuando aparecía en el palco durante algún partido, su camisa del Guadalajara llevaba dos leyendas: en la espalda, “La Reina” y al frente “Babychiva a bordo”.

El 12 de agosto de 2010 nació Valentina Vergara Fuentes, con lo que se redondeó la historia de amor que han protagonizado dentro del futbol dos empresarios por separado exitosos, que se convirtieron en figuras públicas a la luz del Rebaño Sagrado.

Pocos resultados deportivos

Si en lo personal, la historia ha sido rosa, en lo deportivo, la pareja que dirige los destinos de Chivas no puede presumir el mismo éxito, pues la polémica se ha hecho presente ante la carencia de títulos.

Cuando se fueron a India para su boda, dejaron al Guadalajara como líder del Clausura 2008, de la mano del técnico Efraín Flores.

Precisamente, el día de la unión, el 14 de mayo, Chivas sucumbió ante el Monterrey, por 1-4. Tres días después se consumaría la eliminación y fracaso en cuartos de final, matando la ilusión del campeonato. Un mal inicio en la cancha para Angélica y Jorge.

Desde esa eliminación, la pareja ha conducido a Chivas por siete torneos completos. En cuatro de ellos, el Guadalajara no pudo calificar a la Liguilla, en dos se quedó en la ronda de cuartos de final y en una se fue a casa en semifinales.

El balance numérico es apenas mediano: desde su boda, el Guadalajara ha jugado 135 partidos en el torneo local (fase regular y Liguilla), con saldo de 45 triunfos, 47 empates y 43 derrotas.

De 405 puntos disputados, ha sumado 182, para una mediocre efectividad de 44.93%.

En Copa Libertadores, Chivas disputó una final frente al Internacional de Brasil. El 11 de agosto de 2010, un día antes del nacimiento de la hija de Jorge Vergara y Angélica Fuentes, el Guadalajara perdió la ida por 1-2, en un estadio Omnilife con apenas 30 mil aficionados. El 18 del mismo mes, una nueva derrota, ahora por 2-3 en Porto Alegre, dejó a los rojiblancos con las manos vacías.

Además de la ausencia de títulos, otro reclamo de la afición es la ausencia de refuerzos en la administración Vergara-Fuentes. La molestia de millones de seguidores se ha acentuado en el actual Clausura 2012, pues Chivas se mantiene en el sótano de la clasificación general, tras un pésimo inicio de la mano de Fernando Quirarte, que no ha podido corregirse con Ignacio Ambriz.

Fuera del campo, la historia rosa continúa. En la cancha, faltan campeonatos para ratificar el gran amor que existe entre Chivas y su numerosa afición.