Justo cuando menos debía, Jaguares se olvidó del futbol y la ambición que le caracterizó en las últimas fechas y que lo orilló a pelear su calificación hasta la última fecha, pero fue el propio felino el que terminó echando por la borda lo que había ganado y acabó dándole al Pachuca la despedida perfecta en su estadio (2-1).

El partido que se jugó ayer en la cancha del Estadio Hidalgo parecía digno de principio de torneo y no un encuentro decisivo para aspiraciones de Liguilla, al menos así lo dejaron entrever los Jaguares, pues estando conscientes de que ganándole al Pachuca tendrían más cerca la posibilidad de calificar, llegaron al inmueble hidalguense jugando sin ambición alguna, al menos no en el primer tiempo, donde se olvidó del fútbol que lo llevó hasta esta instancia a pelear su boleto.

A los Tuzos no les quedaba más que despedirse de su gente y contar los minutos para que finalizara su participación en este torneo. Y aunque ya no tenían nada que peder y mucho menos que ganar, el técnico Hugo Sánchez mandó al campo a sus mejores hombres, al grado de que Raúl Tamudo volvió a aparecer en la oncena titular.

Y mientras el Profe Cruz hacia corajes en su banca, Hugo aguantaba los gritos en su contra de parte de algunos aficionados, pero en el césped, Segundo Castillo recibió el balón en el área, se dio la vuelta y sacó un disparo pegado al poste izquierdo, marcando el tanto para su causa. El pase de los de Chiapas seguían tambaleando.

En la segunda mitad Pachuca comenzó a jugar como debió hacerlo a lo largo de la campaña. Le complicó a los de Tuxtla, pero estos supieron responder al encontrarse con un tiro de esquina, que ya en el área, el joven Guadalupe Loroña metió de cabeza, pero aún así era insuficiente para los felinos.

Y aunque ya fue demasiado tarde, los Tuzos se acordaron de ganar y el triunfo llegó por cuenta de un chavo al que el técnico le dio chance de debutar: Emilio García, quien tan sólo 10 minutos después de haber ingresado, al 88, marcó un golazo que significó el segundo tanto hidalguense y el dardo que terminó matando al jaguar que otra vez se quedó en la raya después de ser uno. Los prospectos para causar dolores de cabeza en la Liguilla y ahora tendrá que conformarse con verla a lo lejos.