Los periódicos deportivos y los noticiarios del balón de las Islas Baleares amanecieron ayer con la idea de compartir un mismo titular: “Vuelve Giovani a España: la esperanza rojilla”. Una situación que no incomoda al mayor de los Dos Santos que, luego de cuatro años de abandonar su ‘hogar’, está feliz de ser recibido con los brazos abiertos en la que considera su casa… su Liga.

El ‘hijo pródigo’ regresó lastimado, pero con la disposición de salir rápido del bache físico en el que entró tras perderse la Final de los Juegos Olímpicos gracias a la mejor medicina del mundo: el trato humano, el cual Gio añoraba.