Roberto García Orozco, árbitro central que dirigió la Final de Ida entre Tigres y América, le perdonó una tarjeta roja a Las Águilas.

Al minuto 67 de acción, cuando el cuadro de Ricardo Ferretti ya tenía la ventaja por 1-0 en el marcador, Pablo Aguilar perdió la cabeza y tras cometer falta contra Joffre Guerrón, comenzó a patearlo cuando éste estaba tendido en el suelo, el silbante sólo sacó la tarjeta amarilla.

Felipe Ramos Rizo,  señaló que no sólo Aguilar se salvó de la roja, también Oribe Peralta debió irse a las regaderas antes del final del partido.

“Roberto García estuvo en su nivel, no se compromete y no quiere expulsar, las patadas a un adversario que está en el suelo de Aguilar en el minuto 67 es roja, no amarilla. En el minuto 92 no quiso expulsar a Oribe Peralta ya que estando amonestado corta un avance con una falta por detrás.

“La calificación de faltas de bajo nivel, el control de tarjetas no fue el adecuado y cortó el juego en todo momento sancionando 39 faltas, mostró 9 amarillas, varias injustamente. Una vez más se queda corto en su trabajo”, consideró Felipe Ramos Rizo.