Andrés Andrade y Rubens Sambueza fueron dos de los jugadores más destacados del América en la Final de Ida ante los Tigres por el título de la Concacaf.

Los atacantes coinciden en que, además de futbol y el par de goles que se trajeron de Monterrey, dieron un ‘extra’.

“Así se juegan las Finales: con corazón y con huevitos para poder enfrentar las adversidades.

“No sé quién nos estaba menospreciando, pero los jugadores que estábamos dentro de la cancha somos dignos de portar esta camiseta y creo que lo demostramos”, sentenció el Rifle.

Por su parte, Sambu consideró que pese a las bajas por suspensión y lesiones, el grupo confió en todo momento en que serían capaces de salir bien librados del Universitario.

“Hay gran unión de grupo, el equipo no se desarma mucho, al contrario, vienen buenos jugadores y eso ayuda a que estemos todos juntos, y con la ambición que uno tiene como jugador y equipo de seguir consiguiendo buenas cosas, sabemos que vamos por buen camino”.

El capitán de las Águilas desecha el exceso de confianza y cree que la eliminatoria para nada está resuelta.

“Es una ventaja buena, pero siempre va a depender de nosotros, tratar de hacer un buen partido en casa y ojalá Dios quiera podamos festejar.

“Debemos jugar con la misma intensidad de la Ida, tratar de ser un equipo agresivo cuando ellos tienen la pelota, ordenados y no desesperarnos”, aseguró.

RABIA POR GOL ANULADO

Finalmente, Andrés Andrade describió su impotencia, luego de que el árbitro Roberto García Orozco le anulara una anotación contra los felinos norteños por un fuera de juego inexistente.

“La verdad sí calienta mucho dentro de la cancha; si estoy detrás de la línea de la mitad de la cancha es imposible un fuera de lugar, pero así es el futbol, gracias a Dios nosotros hicimos otra anotación. Se me hace difícil de creer, pero son humanos (los árbitros), cometen errores y ya está”, mencionó Andrade.