Fue gracias al gol del uruguayo que la Máquina pudo seguir imparable en el torneo y eso que él mismo había fallado un mano a mano a los siete minutos.
Su reencuentro con el gol llegó al 34’gracias a un disparo de Rafa Baca que fue mal atajado por Alfredo Talavera al dejar el balón a merced de Caute, que con potencia meció las redes en el 1-0.
Todas las circunstancias volvieron a jugar a favor de Cruz Azul, en especial la cancha del Estadio Azteca, que pese a la mejoría causó un par de problemas al visitante que se resbalaba o no podía controlar el balón.
Con todo esto a su favor, el local dominó el primer tiempo generando opciones como el centro de Caute que no pudo ser rematado por Caraglio porque Cristian Borja intervino, pese a llevarse un golpe, para evitarlo.
Tanto el uruguayo como Caraglio jugaron juntos, como lo esperaba la afición, y como lo habían pedido ambos jugadores, pero no tuvieron suficientes opciones para anotar más goles.
En cambio, los Diablos Rojos siguen siendo un hospital y a los lesionadosse unió Antonio Ríos, quien sufrió un choque con Iván Marcone, y Enrique Triverio que también tuvo que salir de cambio por lesión.
En los primeros minutos del segundo tiempo, los Diablos recapacitaron en el terreno de juego, se sobrepusieron a las adversidades y tocaron a puerta pero sin éxito, en especial porque las pocas opciones siempre fueron un intento de pegarle al balón de primera intención.
La más clara de los escarlatas fue una jugada individual de William da Silva que ya solo frente a Corona voló el esférico.
Todavía en tiempo de compensación, Edgar Méndez hizo sufrir al Diablo con un mano a mano que salió desviado y la respuesta vino con Osvaldo González en un cabezazo de tiro de esquina en la última jugada, pero ya nada movió el marcador.
De esta forma. la Máquina no conoce la derrota, sigue como la mejor defensa del torneo y no se ve en el horizonte un rival que pueda frenarlos. Siguiente parada: Santos, el campeón del futbol mexicano.
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