Jugar al mediodía, bajo la inclemente fuerza de los rayos solares, a dos mil 420 metros de altitud y ante un público siempre hostil, son factores que pasan a segundo término para los futbolistas del León. Lo que les inquieta, de cara al cotejo de hoy en Ciudad Universitaria, es enfrentar a unas fieras con las garras bien afiladas.

Los Pumas viven en estado de gracia, acumulan siete partidos sin derrota (cuatro victorias y tres empates), racha que ha elevado la confianza entre los dirigidos por Juan Antonio Torres Servín.

“Pumas lleva ya algunos partidos sin perder, es un equipo que viene bastante fuerte moralmente y eso [superarlo] nos puede dar un buen empujón para tratar de terminar bien el torneo”, considera el zaguero Rafael Márquez.

El Atlante y los Panzas Verdes son los únicos clubes que no han obtenido puntos fuera de casa durante el Clausura 2013, dato que hace más difícil la misión para el plantel de Gustavo Matosas.

“Lo más complicado será enfrentar a un Pumas que viene muy motivado, con una rachita de varias jornadas sacando buenos resultados y estarán en su casa, por lo que querrán darle una satisfacción a la gente, pero nosotros también anhelamos dárnosla, ya nos la merecemos por el esfuerzo y para que el público del León empiece a estar más contento”, comparte el zaguero Jonny Magallón. “Sabemos que es un partido complicado, pero podemos hacer bien las cosas y sacar una victoria”.

Éxito que engalanaría una tarde de regresos al Pedregal.

La Fiera no visita a los Pumas desde el 13 de noviembre de 2001. El juego terminó igualado a un tanto. Rodrigo Valenzuela marcó el tanto guanajuatense.

El Káiser de Michoacán pisará un césped en el que no juega desde hace casi tres lustros. Su más reciente cotejo en el estadio Olímpico Universitario fue con el Atlas, el 31 de enero de 1999.