La expectativa por el duelo de Ida de los Cuartos de Final entre Chivas y Toluca no generó mucho interés en la afición tapatía, al menos, antes el encuentro.

Los revendedores presentes en las inmediaciones del Estadio Omnilife, “olieron” que la gente no respondería como esperaban, por lo que se dedicaron a trabajar para acomodar los boletos que traían en las manos.

El costo de las entradas para el partido oscilaba entre 150 pesos, hasta los 900 en las zonas más caras. En el estacionamiento, los revendedores poco a poco se acercaron a la gente; primero, ofreciendo las entradas al precio de la taquilla, sin embargo, media hora antes del silbatazo inicial, comenzaron a dar los boletos por debajo del precio estipulado.

Una hora y media antes del inicio del duelo, las taquillas lucían semivacías, las cercanías estaban atiborradas de tráfico, pero no todo el flujo vehicular se dirigía a la casa de las Chivas.

Al final, la entrada no fue como se esperaba para ser un duelo de Liguilla, ya que muchos espacios de las gradas del Omnilife lucieron vacíos.