No sólo las condiciones deben ser precisas sino el momento adecuado en cada una de las negociaciones que emprende Marcelo Bielsa.

El entrenador que alguna vez rechazó dirigir al Real Madrid porque guardaba un “duelo” tras su salida de la Selección Argentina se convirtió en un hueso difícil de roer para la Federación Mexicana de Fútbol.

El Tricolor lo enlistó como candidato idóneo tras el cese del “Piojo” Herrera. Su renuncia al Marsella lo colocó casi en el banquillo tricolor pero las intenciones de ambos se enfriaron y todo indica que no habrá más negociaciones por el “Loco”, según fuentes cercanas a la FMF.

A principios de los 90 la situación era otra. Bielsa terminaba una época gloriosa en su Newell’s Old Boys, donde revolucionó las categorías inferiores, dirigió al primer equipo y fue campeón.

Con la intención de replicar ese esquema en el Atlas fue que viajaron a Argentina tanto Francisco Ibarra como Fernando Acosta, el primero ligado a los Zorros pero entonces Presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, y el segundo como mandamás del club tapatío.

Ahí el “Loco” regeneró la cantera y salieron figuras como Rafael Márquez o Pável Pardo. La negociación por el entrenador no había sido difícil, según recordó Ibarra a Medio Tiempo, a diferencia de esta ocasión.

“(Bielsa) sabe seleccionar y tiene muy buen ojo para realmente hacer un buen proyecto a largo plazo. Pero el problema en México es otro. Los temas deportivos están en un segundo plano porque primero prevalecen los proyectos administrativos y de televisión”, dijo Ibarra.

Tras dejar el cargo en la Albiceleste en 2004 por diferencias con Julio Grondona, entonces Presidente de la AFA, Bielsa rechazó una propuesta del club Merengue porque no la veía oportuna.

Apenas el jueves pasado, antes de renunciar al Marsella por diferencias en el contrato, aceptó que el estado anímico era una de sus “falencias” actuales.

Incluso meses atrás también se negó a aceptar propuestas para dirigir a Perú y Paraguay, mientras que antes en Chile no continuó hasta Brasil 2014 por un distanciamiento con dirigentes, situación similar a la del Athletic de Bilbao.

“Es una gente que se autopresiona mucho”, agregó Ibarra sobre Bielsa. “Es una persona hosca, precisa en lo que va y no tiene mucha facilidad de palabra y él lo reconoce, pero lo que sí tiene es principios para armar los equipos”.

Con el “Loco” casi descartado, la Selección Mexicana se ahorrará las peculiaridades negativas de su personalidad pero seguramente se perdería la huella futbolística que ha dejado en cada uno de sus equipos.