Ciudad de México – Suena a acertijo pero no lo es: Cristian Campestrini está sin equipo por negarse hace dos meses a renovar con Dorados, pues había sido invitado por Diego Maradona para que fuera su arquero en el Dinamo Brest en Bielorrusia.

Pero el Pelusa postergó su compromiso con el club bielorruso y dejó colgado al portero, que ni emigró a Europa ni se quedó en el cuadro sinaloense, insólitamente a donde llegó El Diez.

El exguardameta del Puebla y excapitán de Dorados reconoció que es incómoda la situación, pero mantiene la esperanza de que Maradona se acuerde de él, pues varias veces le ha dicho que él es “su portero”.

“Tengo muchísimas sensaciones porque uno era capitán de Dorados, yo estaba muy bien, tuve la suerte de regresar al futbol mexicano donde el club me daba la posibilidad de renovarme un año más”, relató vía telefónica desde Argentina.

“La verdad que te pasan mil cosas por la cabeza, pero siempre sabiendo que por algo pasan y uno siempre trata de verle lo positivo, de seguir entrenando, de no caerse anímicamente”.

El portero jugó para Dorados todavía el torneo pasado. Fue su regreso a México porque tras defender el arco del Puebla entre 2015 y 2017 estuvo un semestre con el Chacarita Juniors de su país natal.

‘ESTA SITUACIÓN ME DESCOLOCA’

Maradona fue anunciado en julio como presidente del Dinamo Brest y aunque el club informó esta semana que lo seguía considerando “Presidente Honorario”, el exfutbolista aclaró este lunes en Culiacán que su compromiso en Bielorrusia lo postergaría por un buen tiempo.

“Verme en esta situación la verdad me descoloca un poco, pero con la ilusión y la fe de que algo va a salir, y si no sale, porque ya el 15 de este mes cierra el libro de pases (en Argentina), a tratar de seguir entrenando, ponerme en forma y esperar lo que venga”, agregó Campestrini.

Cristian reveló que hasta el momento no se ha podido comunicar con Maradona, pero aclaró que sigue confiando en su palabra, sobre todo porque su caso en algún momento tendrá que ser abordado también por el presidente de Dorados, José Antonio Núñez.

“Pero más allá de eso yo no puedo decir nada porque Dorados siempre tuvo la buena predisposición de renovarme. Yo soy un agradecido de que me abrieron las puertas a México de nuevo”, expresó.

‘ARREPENTIMIENTO, RENCORES, PARA NADA’

Pese a que se quedó con la puerta entre los dedos, el portero de 38 años no siente ningún arrepentimiento ni le tiene algún reproche a Maradona.

“Acepté todo de buena fe, con mucha ilusión de poder seguir creciendo en mi carrera, no me arrepiento de nada. Sí (molesta) estar en esta situación incómoda, porque uno tuvo la suerte de jugar toda la vida a este deporte; pero arrepentimiento, rencores, para nada”, aclaró.

“Sigo confiando en Maradona. Las cosas cambiaron su rumbo así, lamentablemente uno no sabe lo que puede pasar en el destino y lo que se viene. Confío en que trató de siempre serme leal y sincero desde las cosas que me decía cada vez que podíamos hablar”.