El primer partido de los Bravos de León como local tendrá que esperar, ya que el que se tenía previsto para este martes en la noche contra los Diablos Rojos del México se pospuso, tras presentar problemas en el alumbrado del Estadio Domingo Santana.

A las 19:30 horas estaba pactado el ‘play ball’ de este cotejo, pero la únicas bolas que se lanzaron fueron las de los invitados especiales, incluido el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, ya que desde ese momento lucía muy baja la luz del parque.
Casi dos horas se estuvo deliberando la posibilidad de jugar el partido entre dirigentes de la Liga Mexicana de Beisbol, managers de Bravos y Diablos, y la directiva del equipo de León, pero al final se decidió que las condiciones no eran las adecuadas para que eso sucediera, ya que en home no daba la luz mínima establecida por la liga.

Posterior a las discusiones, el presidente de los Bravos de León, Mauricio Martínez, aseguró que el partido no se llevó a cabo gracias a la negativa de los Diablos.

“Diablos no quiso jugar, para ellos es muy poco alumbrado. Nos sorprendió porque hay estadios que tienen peor alumbrado que éste. Nos dejaron vestidos y alborotados”, declaró.
Por su parte, el manager de los Diablos Rojos, Miguel Ojeda, argumenta que fue la propia liga la que tomó la decisión y no ellos.

“De ninguna manera (Diablos tomó la decisión), la directiva de Bravos estaba presente cuando el señor Néstor Alba fue el que decidió. En la caja de bateo marcaba una iluminación muy por debajo del porcentaje normal y fue la liga la que decidió no jugar”, dijo.

El partido se llevará a cabo mañana a las 15:00 horas, como parte de una doble cartelera. La directiva de Bravos decidió que el boleto para el primero, servirá al público para entrar a ambos encuentros.