Dice tener los pies en el suelo porque aún no hay elementos para “volarse”. Christian Giménez es de los elementos que se lleva muchos elogios en Cruz Azul por su entrega, pero más que nada por su futbol.

Mas ‘El Chaco’ no se crece, a pesar de que muchos digan, muchos aseguren de que La Máquina está en la final, el argentino no se “vuela”, porque asegura que de momento “no hay nada que presumir”

“Hay que estar tranquilos, no hay nada qué festejar, así como fuimos a Torreón a hacer tres goles, el Santos puede ir al Azul a darnos al vuelta. Santos ha logrado muchas hazañas, nos merecen respeto…”.

Incluso se da tiempo para asegurar que “nos van a hacer sufrir”.

Sufrimiento es palabra asociada a dolor, y muchos dicen que sin dolor, no sirve, no se gana.

“Todo se basa en el trabajo y en el compañerismo”.

Eso fue la clave para el levantón cementero, el compañerismo. “Nosotros mismos, como grupo, nos dimos cuenta de que podíamos hacer algo, de que aún podíamos pelear, todo era cuestión de no bajar los brazos, y confiar en todos, principalmente en Memo [Vázquez, el técnico]”.

El grupo no se encerró, el grupo no se dividió en los tiempos de crisis y Giménez asegura que eso los unió más: “No hubo encerrona, oye, este es un equipo de jugadores maduros, de jugadores grandes. No nos encerramos ni discutimos, sólo nos dimos cuenta, por nosotros mismos, que debíamos hacer un poco, un poquito más, porque lo que hacíamos no nos alcanzaba, hoy ya nos alcanza, pero… hay que dar mucho más”.

Por esa razón afirma que Cruz Azul tiene los pies en la tierra.

“No pensábamos en golear a Santos, ellos juegan muy bien. Lo peor es confiarnos. Sí, salimos con todo, nos hemos dado cuenta que en cualquier cancha podemos hacer nuestro juego, podemos ganarle a cualquiera pero por un 3-0… no, no nos lo imaginábamos”.

Los puntos a explotar fueron: “Efectividad y certeza; apoderarse del medio campo y aguantar todo en defensa. Hicimos un gran partido, en el primer tiempo atacamos, en el segundo defendimos.

Giménez afirma que ya se festejó. “Fue una noche redonda”. y ahora hay que pensar en lo que sigue, la vuelta, la hora de finiquitar todo para alcanzar una vez más una final.

“Dirán que soy repetitivo, pero no hay que perder el piso, con los pies en la tierra, pues de ahí partimos, porque no hace mucho nos mataban”.

Christian salió con algunas dolencias en el juego de ida, mas espera estar presente en la vuelta esta noche ante los laguneros.

-¿Duele estar en la Liguilla?

“Sí, duele”.

-¿Pero hay que aguantarse, no?

“Lo que puedas aguantar, cuando se puede se aguanta, un poquito, siempre un poquito más”.