La paciencia ha sido una de las principales características de la directiva de Cruz Azul, ello explica el por qué decidieron mantener a Guillermo Vázquez en el timón, pese a que La Máquina sumó su sexto partido de Liga sin conseguir la victoria.

El empate ante los Jaguares de Chiapas, acentuó la crisis que vive la institución cementera, que se alejó de la zona de calificación cuando restan 21 puntos por disputarse, aunque podría regresar la calma si este martes vence a la escuadra dirigida por José Guadalupe Cruz dentro de la Copa MX.

Benjamín Galindo en el Clausura 2009, fue el último técnico que quedó fuera de la institución cementera. Después de 16 partidos y con dos triunfos, seis empates y ocho descalabros, los mandos celestes comandados por Guillermo Álvarez le dieron las gracias al “maestro” y dejaron al uruguayo Robert Dante Siboldi como entrenador interito.

Desde que se instauraron los torneos cortos en el Invierno 1996, un total de seis técnicos de Cruz Azul perdieron su trabajo. El primero fue Víctor Manuel Vucetich en el Verano 1997, quien dejó su lugar a Jesús del Muro.

En el Verano 2000 y tras 10 duelos al frente del club, Luis Fernando Tena no pudo mantener su trabajo, José Luis Trejo entró al quite. En el Clausura 2003, Mario Carrillo sólo estuvo nueve cotejos antes de que Enrique Meza lo sucediera. El mismo “Ojitos” fue marginado en el Clausura 2004 para dejarle su lugar al “Flaco” Tena, quien quedó fuera en el Apertura del mismo año. José Luis Saldívar terminó el certamen.

Aunque recibió respaldo de los directivos, el panorama se vislumbra gris para Memo Vázquez. El sábado en el estadio Azul, la afición manifestó su molestia por el pobre accionar del equipo, al grado que una persona le aventó una piedra al camión cementero al momento en que este abandonó las instalaciones del coso de la colonia Noche Buena.

Cruz Azul aún está a tiempo de levantar, y tendrá dos pruebas de suma importancia el martes ante Jaguares y el sábado contra Atlante. Un par de malos resultados podría costarle el puesto al entrenador, quien tiene la soga al cuello ante la irregular marcha de La Máquina.