Guillermo Ochoa y Jonathan Orozco necesitan desempolvar sus guantes de cara a la eliminatoria mundialista para cubrir una emergencia en el Tricolor.

Ambos están ante la opción de convertirse en el plan alternativo en la portería de la Selección Nacional, porque el clembuterol puede resultar tan poderoso, que obligue a José Manuel de la Torre a cambiar de hombre en la portería que lucía con un dueño absoluto: Jesús Corona.

Si el meta de Cruz Azul resulta ser uno de los futbolistas que dio positivo en un examen antidopaje de la Liga MX y finalmente inhabilitado para jugar, El Chepo tendrá que echar mano de otros porteros para evitar los goles en contra de la Selección Nacional. Sería justo en el momento de mayor crisis del combinado verde, pues en los duelos de septiembre ante Honduras y Estados Unidos se juega gran parte de sus opciones para calificar a la Copa del Mundo de Brasil 2014.

Antes de esos compromisos, México tiene un duelo amistoso ante Costa de Marfil, el 14 de agosto. La lista de convocados estaba presupuestada para darse a conocer ayer, pero la Federación Mexicana de Futbol decidió, de último momento, posponer su publicación para hoy.

Ese retraso aumentó las sospechas acerca de si es Corona uno de los presuntos dopados, ya que no existía motivo para demorar la entrega.

¿Ya piensa Chepo en su plan B? De darse la baja de Chuy, Paco Memo tendría que luchar con Orozco por la titularidad como portero del Tri. Al menos el entrenador nacional se ha decantado por esas opciones cuando no ha utilizado al cruazulino.

En los anteriores partidos del hexagonal final de la Concacaf, la titularidad en la meta fue compartida entre Corona y Ochoa.

De los seis partidos que ha disputado México en la última fase hacia el Mundial, en cuatro apareció José de Jesús (Jamaica en dos ocasiones, Panamá y Costa Rica) y en dos, el arquero del Ajaccio de la Liga francesa (Honduras y Estados Unidos).

Cuando el Tri jugó la Copa Confederaciones, Corona fue el portero titular de la Selección en dos de los tres duelos disputados (Italia y Brasil), mientras que Ochoa fue el meta incial ante Japón, cuando México ya había sido eliminado del certamen.

Jonathan Orozco, portero del Monterrey, se ganó la confianza para ser considerado dentro del Tricolor, luego de tener una actuación destacada durante la Copa de Oro.

Esa competición fue clave para el arquero regio, ya que disputó el puesto con Moisés Muñoz, quien recién había sido campeón con el América y contaba con un apoyo mediático mucho mayor.

Orozco, sobrio, sin ser demasiado espectacular, pero sí efectivo, venció al americanista y se consolidó como un portero confiable para Chepo.

Durante la Copa de Oro, Jona atajó en cuatro partidos, sin cometer pifias evidentes y con alguna parada milagrosa que evitara una debacle mucho mayor en el torneo de la Concacaf.

En cambio, Muñoz fue titular sólo en el juego ante Martinica, donde estuvo a punto de regalar un gol para no volver más a la titularidad.

Ahora, ante una eventual baja de Jesús Corona, quien había sido el guardián de la portería de la Selección Nacional más confiable en la era de José Manuel de la Torre, Memo Ochoa y Jonathan Orozco surgen como las opciones viables para suplir al cementero, quien hasta hoy, no ha sido liberado de la sombra del dopaje.