Es el Clásico 98, dos para los 100, dos para la centena. Sea cual sea el número, sea cual sea la causa. Monterrey es otro cuando Rayados y Tigres se ven las caras.

Monterrey tiene su Liga aparte, liga de dos equipos, dos clubes que quieren mandar un claro mensaje al resto del futbol: “Aquí tenemos a los mejores equipos”. “Tenemos la mejor afición”. “Aquí vivimos el Clásico en Paz”.

En Paz. Ese es el mensaje que los equipos de Monterrey han querido mandar al resto de la Liga, una Liga que ha estado afectada desde siempre, por la violencia en las tribunas y fuera de ellas.

Monterrey no ha sido la excepción. La violencia ha invadido la ciudad, no sólo en el futbol, sino en muchos más espacios de la sociedad. Pero la pelota es la que importa ahora, y como lo dijo alguien, alguna vez: “La pelota no se mancha”.

Por eso, ambas aficiones, ambas barras: “Los Libres y Lokos”, de los Tigres”, y “La Adicción” de los Rayados, se han comprometido a que la pasión no se derrame, que la “sangre”, no llegue al río.

El mensaje es claro: “Viviremos el Clásico en Paz”. El buen reto para el otro Clásico, el que se vivirá en el DF entre Pumas y Águilas.

No hay un gran operativo, por lo menos cerca del estadio la policía no inunda el camino al Tecnológico, que se viste de azul y blanco, que se viste de azul y amarillo.

Tampoco hay invasión Tigre. Aquí no le hicieron el “Socio Águila”, aquí no condicionaron la venta de boletos. Eso sí, el precio se elevó en un 800%, los boletos de $ 200.00, están en la reventa en $1,200.00. Aquí nadie se queja de eso, acostumbrados al derramamiento de efectivo en estos juegos, los que no previnieron este juego, pagan el castigo, los otros, los de siempre, compraron su abono a inicio de torneo. No hay que olvidar que en este estadio y en el de Tigres, el lleno está asegurado desde antes de que comience la temporada, y quizá muchas temporadas más.

Es el Clásico 98. Faltan dos para el 100. Clásico en Liguilla, qué más pueden pedir los regios.