La estirpe ganadora siempre reclama títulos  porque el peso de la historia lo demanda. Un club con la leyenda que ha forjado el Guadalajara está urgido a ser campeón toda la vida, recuerda Ramón Morales.

Han pasado ya poco más de cinco años desde el último título de las Chivas. El undécimo título rojiblanco ya luce lejano, pues el que fuera miembro de que aquel plantel tapatío que se coronó en el Apertura 2006 enfatiza en que el Rebaño Sagrado no puede pasar tanto tiempo sin volver a alzar el trofeo de primer lugar.

“A Chivas cada vez que pasa un torneo y no es campeón, siempre se le va a urgir un título, por su historia, por el respeto a la institución, por el respeto a los jugadores que estuvieron antes. A veces se logra o a veces no, pero el jugador del Guadalajara sabe que tiene que ser campeón siempre”, expone Ramoncito.

En los últimos torneos, el conjunto más ganador en la época profesional de nuestro balompié ha engendrado jóvenes con talento.

Sin embargo, un plantel juvenil, con contados hombres de experiencia no ha sido suficiente para que el Guadalajara regrese al trono.

Los superlideratos y participaciones en la Copa Libertadores para el cuadro de Verde Valle no alcanzan a saciar la sed de gloria de su afición.

¿Cómo, entonces, se puede lograr un campeonato para Chivas?

La respuesta de Ramón Morales es clara y hasta luce simple: un plantel de juventud y experiencia, con la debida continuidad.

“Se debe buscar mantener una regularidad de jugadores. Es bueno que Chivas tenga bastantes jóvenes, lo aplaudo; Jorge [Vergara], el Profe [José Luis] Real han hecho un buen trabajo en Fuerzas Básicas, pero la verdad es que a Chivas siempre se le exige ser campeón. Es importante que puedan mantener una base de jugadores con experiencia y, junto, con los jóvenes se aspire a ganar todos los torneo, porque así es en Chivas”, aconseja el ex mediocampista.

En su explicación, Morales ejemplifica con el equipo que logró la estrella 11 en el escudo rojiblanco.

Asegura que una de las principales virtudes que tuvo el equipo que venció al Toluca en el Apertura 2006 es que se conformó una buena base que en ese momento pasaba por un inmejorable momento.

“La clave fue que éramos jugadores que teníamos la sensación de que podíamos ser campeones, pese a que empezamos perdiendo esa final. Ya nos había pasado dos años antes que contra Pumas  perdimos. Pero llegamos a la final en Toluca y todos pasábamos por un gran momento”, rememora Moncho.

Y es que el haber tenido la Copa de monarca en sus manos, poderla besar y sentir la gloria fue una sensación inigualable para el futbolista en el retiro y quien aspira en algún momento a dirigir al Rebaño.

“Es una felicidad y  satisfacción muy grande. Tengo fotos, mi playera, me gustaría tener una réplica del trofeo, aunque todo lo guardo en mi memoria. Se siente alivio ser campeón, es una adrenalina que tienes dentro y que al fin sacas”, señala.

Pero ese alivio por campeonar que sintió Ramoncito está pendiente para Chivas desde hace más de cinco años. Un nuevo título ya le urge, su historia se lo exige.