Su rostro lo decía todo, Héctor Mancilla le dijo adiós al futbol como jugador en el escenario en donde se convirtió en ídolo tras haber sido clave para que Tigres terminara con 29 años sin conquistar un título de Liga y con la afición incomparable que volvió a corear su nombre.

“Algo impagable, maravilloso, la verdad que me voy bastante contento y con los mejores recuerdos del Volcán, de la afición y cada vez me hago más tigre”.

“Es algo inolvidable que te queda marcado para siempre. La verdad que se te viene muchas cosas a la mente y se disfrutan, la verdad que muy contento, muy agradecido con la institución por darme esta posibilidad de hacer mi partido de despedida, a la gente que vino a presenciar el partido, al cariño de la afición. Me voy bastante tranquilo y contento, creo que mi carrera fue bastante positiva y buena en México”, comentó el delantero a su salida del vestidor.

Aclamado por los asistentes al Universitario, acompañado de sus hijos en la cancha y rodeado de los compañeros con los que en el 2011 ayudó a que Tigres levantara su tercer título de Liga, pero también con el máximo ídolo de la actualidad en San Nicolás, André-Pierre Gignac, quien también jugó conMancilla, Danilinho, Lucas Lobos y Damián Álvarez.

“Era una sorpresa y estaba André y quiso participar y la verdad que muy agradecido con él por la disposición, por el gesto, habla de la gran persona que es y el gran jugador que es también. Entonces muy contento de que André haya participado, se lo agradezco públicamente”, expresó Mancigol.