Elementos de seguridad de Rayados, acompañados de un agente de la Agencia Estatal de Investigaciones de NL, impidieron que un aficionado continuara volando su dron en la cancha tres del Barrial, donde el equipo realizaba su entrenamiento.

Alfredo Valdés pudo hacer que su aparato recorriera el exterior del complejo deportivo en donde se encontraba la afición que acudió a apoyar al Monterreyprevio a la final de vuelta contra Tigres, pero apenas se internó en el espacio de la propiedad del equipo albiazul, cuando de inmediato salió el encargado de seguridad del lugar.

Solicitaron que el aficionado borrara las imágenes de foto y video que tomó de la cancha: después de hacerlo, solo pudo continuar volando afuera del Barrial. El aparato alcanza los 500 metros de altura y hasta cinco kilómetros de distancia del control que lo maneja, así como una autonomía de pila de 25 minutos.