Con balance negativo de dos derrotas y una victoria, América cerró su preparación de cara al inicio de la Liga y el panorama no es el mejor, ya que el equipo tiene la pólvora mojada, mientras que Atlas, al vencerlos en Mc Allen por la mínima diferencia, sí llegará a la jornada uno con la moral en alto.

Los rojinegros crearon la primera posibilidad de peligro, pero Luis Alonso Sandoval mandó su disparo por arriba del arco, poniéndolo literalmente en la zona de gol de campo de la cancha sintética de futbol americano del Estadio de La Joya.

Los pupilos de Miguel Herrera se sacudieron el dominio inicial y empezaron a crear situaciones venenosas a través de las bandas con los desbordes de Rubens Sambueza y de Paul Aguilar, aunque nunca encontrando, al menos hasta la primera mitad, una pierna que mandara sus centros al fondo de las redes.

Raúl Jiménez tuvo una de las mejores oportunidades para abrir el marcador, pero al encontrarse solo dentro del área su disparo careció de fuerza y contundencia y fue un regalo para Gallardo, quien minutos más tarde protagonizaría con Christian Benítez una jugada polémica, pero el árbitro acertadamente no decretó la pena máxima cuando el ecuatoriano trompicó al querer rematar.

El primer tiempo acabó con un cuadro azulcrema siendo mejor en la cancha, aunque sin la ventaja que reflejara ese dominio. El abucheo en las gradas al decretarse el descanso por parte del árbitro Armando Villarreal reflejó la ausencia de goles hasta ese momento y también poca propuesta ofensiva del Atlas.

El Piojo realizó algunas modificaciones para la segunda mitad, entre ellas sacó a Jiménez para que Narciso Mina hiciera ahora la dupla al frente con Christian Benítez. Su escuadra siguió ejerciendo cierto dominio; sin embargo carecía de olfato letal.

Tomás Boy también ordenó varios cambios que al final no dieron resultado, ya que su equipo jamás pudo inquietar al rival. Los numerosos movimientos de hombres que vivió el partido, terminaron por hacerlo muchos instantes deslucido e inspiró más que un bosquejo a la tribuna que, estoicamente, aguantó los 90 minutos a pesar del intenso frío.

La afición, en su mayoría americanista, no se fue sin presenciar una anotación y aunque no fue de los suyos, Isaac Brizuela logró con su gol ser el héroe y dar el triunfo a los Zorros en la únicavez que el balón quemó las redes en la noche.