Atlas se despidió de casa en un domingo negro. Los Rojinegros consumaron su peor torneo como locales, al no obtener ningún triunfo. Los tapatíos ganaban 2-1, pero en tiempo de reposición Puebla empató el marcador, dejando incrédulos a los jugadores, que vivieron su peor historia de terror.

El Estadio Jalisco fue testigo y protagonista de la peor marca de los Zorros en casa en torneos cortos, ya que sólo consiguieron 6 empates y 2 derrotas.

Los Rojinegros querían compensar a su afición tras un torneo decepcionante, y no tardaron en lograr su cometido. Al minuto 8 se pusieron arriba en el marcador, gracias a un gran disparo de Goyo Torres, quien se animó desde fuera del área y mandó el balón a las redes.

La ventaja le dio confianza a los tapatíos, que sin duda estaban dando la mejor exhibición en casa en el torneo, sin embargo, otra vez un error defensivo puso a temblar al Atlas. Facundo Erpen cometió un penal infantil, jalando claramente a Jaír García.

El árbitro central sancionó la falta y fue Matías Alustiza el encargado de convertir la pena máxima en gol, para así emparejar los cartones. Los fantasmas volvían a rondar a los Rojinegros y el temor de despedirse de su casa sin ganar en todo el torneo seguía latente, hasta que el más joven de la cancha le regresó la alegría al Atlas.

El Campeón Mundial Sub 17, Alfonso González, mostró su talento y marcó su primer gol como profesional, luego de quitarse a un zaguero poblano y sacar un potente disparo raso, que se incrustó en el primer poste del arquero rival, con lo que puso el 2-1 a favor de los Zorros y así se fueron al descanso.

Para la segunda parte Tomás Boy mandó toda la carne al asador y sacó a un contención para ingresar a otro atacante, con la firme intención de buscar otro gol y así amarrar la victoria.

La fórmula funcionaba, ya que Atlas domina ampliamente de los Camoteros, pero la mala puntería de los Zorros hizo que el sufrimiento se alargará hasta la parte final del partido.

Matías Vuoso, quien tuvo una buena actuación, tuvo el gol del triunfo en su cabeza, pero cruzó de más su remate y se fue apenas desviado; minutos después abandonó la cancha siendo ovacionado por La Fiel. Y la situación se iba a poner más dramática para los Rojinegro, ya que a los 83 minutos, Sergio Santana cometió una falta innecesaria en el medio campo y se fue expulsado, dejando a su equipo con 10 hombres en los últimos minutos.

Así, los tapatíos terminaron el partido con el rosario en la mano y echados atrás. Al minuto 89, Puebla paralizó al Estadio completo, tras un disparo de Alustiza que se estrelló en el poste.

Parecía que el primer triunfo de Atlas estaba por consumarse, pero los fantasmas regresaron y estaba vez para causar una escena terrorífica, ya que a los 94′ los de La Franja consiguieron milagrosamente el empate, gracias a un rebote que le quedó a Aldo Polo y que mandó a las redes, ante la impotencia de los jugadores rojinegros que no podían creer lo que estaba pasando. Cufré se tiró al pasto golpeando el césped y buscando alguna respuesta.

Al final el duelo quedó 2-2, y los Zorros se despidieron de casa sin poder ganar, y lo que es peor, otra vez no aprovecharon el descalabro de Gallos Blancos.